22.1.19

Cada tres días muere en Alemania una mujer por violencia doméstica... Islandia, Finlandia y Croacia se llevan la palma europea en asesinatos de mujeres... una alemana se quejaba de la falta de atención de los medios nacionales a la violencia machista, e incluso ponía a España como ejemplo a seguir...

"Mi vecina del cuarto quizá sufra de malos tratos. No lo digo yo, lo dice mi vecina de al lado, Johanna, que ha venido a casa a cenar unas croquetas. En realidad, lo primero que dice es:

— De la planta de arriba me llega mucho barullo. (...)

 El pasado noviembre y anticipándose al Día Internacional contra la Violencia de Género, Der Spiegel publicaba un especial titulado: ¿El mayor peligro para una mujer? Su propio marido. Una semana después se leía en The Huffington Post: Cada tres días muere [en Alemania] una mujer por violencia doméstica. Otros titulares y las cifras de la Bundeskriminalamts (BKA) corroboran las estadísticas y exculpan a los inmigrantes. Y es que aquí los autóctonos gastan mucha mano dura. (...)

— Lo que pasa —le digo— es que por fin se está hablando del tema en este país. Y le cuento de una columna del Süddeutsche Zeitung, un año atrás, en la que una alemana se quejaba de la falta de atención de los medios nacionales a la violencia machista, e incluso ponía a España como ejemplo a seguir.  (...)


Porque lo que también pasa es que algunos hombres siguen actuando como cromañones y ni se enteran. En España, los del caso de la Manada andan en libertad provisional. Islandia, Finlandia y Croacia se llevan la palma europea en asesinatos de mujeres. 

Y, si le echamos un vistazo al panorama mundial, entre ablaciones, violaciones no penalizadas, casamientos forzados y trata de blancas, lo único claro es cuánto nos falta por allanar para la igualdad de género.

Johanna me habla del Hilfetelefon, un teléfono de apoyo para mujeres que funciona todo el año, de lunes a lunes, y en más de quince idiomas. También de las más de 350 casas de acogida repartidas en el país. 

Menciona la tardía pero definitiva ratificación del Convenio de Estambul. El compromiso de Franziska Giffey, la ministra de Familia, Tercera Edad y Mujeres. Yo le hablo del colectivo Terre de Femmes. Le explico que la campaña Nein heißt Nein  (No es No) ha vuelto a las pantallas del metro.

Para cuando Johanna se marcha, no se nos han acabado los temas pero sí las croquetas y el vino. En la cama, tumbado y algo borracho, miro la lámpara de mi dormitorio.  (...)"           (Emilio P. Millán, Desbandada, 16/01/19)

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