24.4.19

Hágase la luz: más limpia, barata y sin cortes... medidas a tomar

"(...) Desde luego hay tareas pendientes que se deberían exigir a los partidos que se presentan a las elecciones, si es que se quieren corregir el sistema para hacerlo más acorde con un bien imprescindible. También más transparente: no hay quien sepa de verdad lo que cuesta producir la electricidad en conjunto, ni cómo sale el precio de la tarifa eléctrica. Y más sostenible medioambientalmente: es un sector contaminante como pocos.

La primera medida debería ser convertir en norma toda la Estrategia contra la Pobreza Energética, en caso contrario, será papel mojado.

La segunda, realizar una auditoría de costes y hacerla pública, para saber lo que cuesta producir, distribuir y comercializar la electricidad. 

Ello debería conducir a la supresión de toda compensación a las compañías con el argumento de que venden el kilovatio a un precio menor del que les cuesta producirlo y transportarlo. Se ha llamado déficit de tarifa. Los consumidores deben por ello a las eléctricas 24.000 millones de euros que se van pagando poco a poco en cada recibo.

En tercer lugar, el sistema debería reformarse radicalmente. 

Confiar a una subasta la fijación del precio del kilovatio donde rige un oligopolio, que puja por un bien que el mismo oligopolio genera, es un puro engaño que no se arregla con mejoras técnicas, ni con inspectores. Sin embargo, su eliminación no parece viable, al menos por ahora, dado el berenjenal en el que está metido el mercado eléctrico. Mientras dure el engaño, deben corregirse las trampas más osadas del mismo.

La iniciativa de los ayuntamientos o cooperativas de constituirse en agentes eléctricos para actuar en el mercado comprando kilovatios, y ofrecer así precios más bajos es muy elogiable, puede resultar combativa, se puede lograr en ocasiones, pero es sólo poner una tirita sobre una herida que mana sangre a borbotones. En todo caso, habría que eliminar los resquicios legales a los que se agarran las compañías para litigar e impedir que se haga.

Cuarto. Debería cambiarse el sistema actual de la tarifa, que establece un coste fijo muy elevado y cobrar de manera más progresiva por el consumo. 

Los primeros kilovatios deben costar poco y subir el precio según se gaste más. Es bueno para conseguir un mayor ahorro energético. 

Quinto. Debe apostarse por las energías renovables, sobre todo la solar, que tendría que contar con dinero público y de las empresas para su desarrollo. 

Al mismo tiempo, deben ir cerrándose las nucleares según concluya su vida útil. Así lo hizo Alemania, ejemplo en el que sólo se mira para lo que interesa. 

Y para acabar, un tema menor, pero que afecta gravemente a los consumidores menos informados. Deberían prohibirse los cambios de contrato mediante visitas a domicilio. Un timo que se ha generalizado. Se dan casos de clientes que sin saberlo llegan a suscribir contratos con varias compañías."                (Emilio de la Peña, CTXT, 10/04/19)

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