3.9.24

Lo que está sufriendo Alemania es una crisis estructural, debido a dos cambios irreversibles: el de la tecnología y el de la demanda mundial... El futuro de ThyssenKrupp será el de un productor reducido de acero altamente especializado... Lo mismo ocurrirá con los automóviles, las máquinas herramienta y los productos químicos. Significa menos empresas y más especializadas. A falta de diversificación, significa un hundimiento estructural. El declive del SPD, visible en los resultados de este fin de semana en Sajonia y Turingia, es el reflejo de ese cambio... Las opciones políticas en Alemania están entre una izquierda que sigue anclada en el pasado industrial y una derecha que culpa a los extranjeros... Un sistema político bloqueado es parte integrante de una depresión estructural... Es una fase histórica, como el período de la modernidad temprana. Se desarrollará (Wolfgang Münchau)

 "(...) La mayoría de las crisis no son estructurales.

Pero la que está sufriendo Alemania sí lo es, debido a dos cambios irreversibles: el de la tecnología y el de la demanda mundial. El sistema económico alemán depende demasiado de la industria manufacturera, y su sistema político nunca supo hacer otra cosa que alimentarla. En nuestro artículo principal, escribimos sobre el hundimiento de la coalición gubernamental en las elecciones estatales del este de Alemania. La semana pasada escribimos sobre la caída y el declive de ThyssenKrupp. Ambas cuestiones están indirectamente relacionadas. Como escribió FAZ el sábado, en la industria siderúrgica todos se sientan en la sala de juntas: políticos, comités de empresa y sindicatos. La industria siderúrgica es la encarnación de un sistema conocido como capitalismo renano. Es un sistema en el que la política dirige los negocios.

 Esto ya no funciona en ThyssenKrupp, y cada vez menos en otros lugares. El futuro de ThyssenKrupp será el de un productor reducido de acero altamente especializado, un segmento de mercado que requiere profundos conocimientos tecnológicos. Lo mismo ocurrirá con los automóviles, las máquinas herramienta y los productos químicos. Significa menos empresas y más especializadas. A falta de diversificación, significa un hundimiento estructural. El declive del SPD, visible en los resultados de este fin de semana en Sajonia y Turingia, es el reflejo de ese cambio.

Las opciones políticas en Alemania están entre una izquierda que sigue anclada en el pasado industrial y una derecha que culpa a los extranjeros. El FDP y los Verdes ofrecieron en su momento versiones opuestas de una política que miraba hacia el futuro, pero ambos volvieron a los viejos malos hábitos cuando estaban en el Gobierno. Toda política existe dentro del sistema. No hay debate alguno sobre resistencia, solidez, diversificación, renovación. Nadie se alimenta del caos.

Un sistema político bloqueado es parte integrante de una depresión estructural. Alemania no es un país en el que un Javier Milei pueda ser elegido y triunfar. El Tribunal Constitucional se lo impediría. Tampoco vemos un apoyo de todos los partidos a la reforma como en 2003, cuando el sistema político alemán acordó las políticas de empobrecer al vecino que ahora han seguido su curso.

En otras palabras, no es coyuntural. Es una fase histórica, como el período de la modernidad temprana. Se desarrollará."

(Wolfgang Münchau , Eurointelligence, 02/09/24, traducción DEEPL)

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