30.9.11

"De momento, necesitamos más gasto gubernamental, no menos, respaldado por unas políticas agresivamente expansivas por parte de la Reserva Federal y sus homólogos extranjeros"

"Algunos antecedentes: durante el último año y medio, el discurso político tanto en Europa como en EE UU ha estado dominado por los llamamientos a la austeridad fiscal. Recortando drásticamente el gasto y reduciendo los déficits, nos decían, los países podrían restaurar la confianza e impulsar la recuperación económica. (...) 
Y la austeridad ha sido real.(...)

Sin embargo, por extraño que resulte decirlo, la confianza no ha aumentado.(...)

Fíjense, en concreto, en lo que le está pasando a la base industrial de Estados Unidos. En épocas normales, la capacidad industrial crece un 2% o 3% cada año.

Pero enfrentada a una economía persistentemente débil, la industria ha empezado a reducir, no a aumentar, su capacidad productiva. En este momento, según los cálculos de la Reserva Federal, la capacidad industrial es casi un 5% más baja que en diciembre de 2007.

Lo que esto significa es que, en el caso de que finalmente se inicie una recuperación real, la economía se topará con limitaciones en su capacidad y cuellos de botella en la producción mucho antes de lo que debería. Es decir, la debilidad económica, que es en parte consecuencia del recorte presupuestario, está causando daños futuros así como presentes.

Además, la disminución de la capacidad industrial probablemente no sea más que el comienzo de las malas noticias. Probablemente se produzcan unas reducciones de la capacidad similares en el sector de los servicios (de hecho, puede que ya estén produciéndose).(...)

De hecho, cuando se combina la evidencia cada vez mayor de que la austeridad fiscal está minando nuestras perspectivas futuras con los tipos de interés bajísimos de la deuda pública de EE UU, resulta difícil no llegar a una conclusión sorprendente: es muy probable que la austeridad presupuestaria sea contraproducente incluso desde un punto de vista puramente fiscal, porque un crecimiento futuro menor equivale a una recaudación fiscal más baja.

¿Qué debería estar sucediendo? La respuesta es que necesitamos un importante impulso para poner la economía en movimiento, no en alguna fecha futura, sino ya. De momento, necesitamos más gasto gubernamental, no menos, respaldado por unas políticas agresivamente expansivas por parte de la Reserva Federal y sus homólogos extranjeros.

Y no son solo los economistas intelectualoides los que dicen esto; los líderes empresariales como Eric Schmidt, de Google, están diciendo lo mismo, y el mercado de los bonos, al comprar deuda estadounidense a unos intereses tan bajos, está de hecho suplicando una política más expansiva."                               (Paul Krugman: La sangría. El País, Negocios, 25/09/2011, p. 4/5) 

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