"Esta es a veces una crisis de la Unión Europea, otras una crisis del
euro, y otras una crisis de la deuda o de voluntad política.
Es todas
estas cosas, pero se trata de subtramas de una historia mucho más
amplia: la forma en que se ha concebido y practicado el capitalismo
durante los últimos treinta años ha topado con los parachoques.
Mientras
no se reconozca esto, las economías occidentales seguirán encerradas en
un estancamiento que podría incluso transformarse en un desastre
económico de envergadura.
Dicho simplemente, el mundo tiene
billones y billones de desbordante deuda de particulares financiada por
demasiadas divisas distintas, cuyo riesgo queda presuntamente aliviado
por más billones todavía de apuestas financieras que no minimizan en
conjunto un ápice el riesgo sistémico.
Todo este edificio financiero,
soportado por minúsculas cantidades de capital, se creó durante tres
décadas respaldado por la teoría de que los mercados no cometen errores.
Un continente entero se ve asolado por la falta de demanda en medio de
una crisis capitalista, exacerbada por los planes británicos de tierra
quemada y reducción del déficit. Muchos bancos europeos son ya
técnicamente insolventes, tal como reconoce Christine Lagarde, la nueva
directora gerente del FMI, si no los bancos mismos. (...)
El instrumento de estabilización europeo debe transformarse en un fondo
con capacidad de otorgar préstamos e intervenir para decir adiós a los
especuladores: tiene que contribuir Gran Bretaña, los EE.UU., Suiza y
Japón, junto a China y los estados árabes ricos en petróleo, junto a
Alemania. .
A cambio de acudir a aliviar al contribuyente alemán,
deberíamos exigir dos concesiones:
- una, que Europa ponga manos a la
obra para hacer independientes las operaciones de banca de inversión de
sus bancos mundiales a fin de hacerlos menos vulnerables;
- y en segundo
lugar, que no haya dinero internacional disponible a menos que la UE se
comprometa a un plan formal de crecimiento en el que países más fuertes,
sobre todo Alemania, prometan estimular sus respectivas economías.
Como
parte del paquete, Gran Bretaña debería avenirse a postergar sus planes
de reducción del déficit y emitir bonos denominados en euros a fin de
contribuir al nuevo eurofondo.
Vivimos la confluencia de
circunstancias económicas más peligrosa de los tiempos modernos.
Intentar pretender que las interdependencias no existen o que el
derrumbe del euro es la respuesta no puede hacer más que empeorar las
cosas.
Se trata de una elección categórica: o hacemos todo lo posible
por ayudarnos unos a otros o nos arriesgamos a despeñarnos por la que
podría ser la peor contracción económica en cien años." (Rebelión, 27/09/2011, 'Nuestra sistema capitalista está al borde de la desintegración', Will Hutton, The Observer)
Artículo 129 de la Constitución española: Los poderes públicos... establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción - Implantar la democracia económica en España es constitucional
30.9.11
A cambio de acudir a aliviar al contribuyente alemán, deberíamos exigir dos concesiones...
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