"Viñals achacó la evidente crisis de confianza a una triple D: "Débil crecimiento, débiles balances bancarios, débiles decisiones política". (...)
Ahora, lo que quema en los balances de los bancos son los títulos de deuda pública de un puñado de países europeos. (...)
"Sin colchones adicionales de capital, y con los problemas que ya tienen muchos bancos para acceder a financiación, aumentará la presión para que reduzcan su nivel de endeudamiento, y eso les llevará a cortar el crédito a la economía real", argumenta el Fondo. (...)
El FMI focaliza los riesgos en los bancos europeos que tienen títulos de deuda pública de los países más cuestionados (Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España y Bélgica) y que son muy dependientes de los mercados para su financiación.
Son también algunas de las entidades (italianas, francesas, alemanas o belgas) más señaladas por el enorme descenso de la cotización en Bolsa, cercano al 40% en lo que va de año. (...)
En lo que discrepa de forma radical el Fondo es en los tiempos. Descrita una situación de colapso inminente, que puede devolver a la recesión a la zona euro y EE UU, el plazo dado por la UE (entre seis y nueve meses) a los bancos con una base de capital más débil para buscar dinero en el mercado privado, antes de activar las más que probables inyecciones públicas, suena, por contraste, excesivo." (El País, ed. Galicia, 22/09/2011, p. 25)
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