"(...) Solo entre 2011 y 2012, en la zona euro se inyectaron más de 312.000
millones $, en el Reino Unido se gastaron más de 120.000 millones $ y en
EEUU la cantidad fue manifiestamente menor, unos 60.000 millones $. (...)
Las causas habría que buscarlas en la distinta política seguida con
el rescate bancario en cada área económica. En EEUU han desparecido más
de 3000 bancos, mientras que en la zona euro han caído solo la mitad, y
en el Reino Unido apenas 200 entidades.
La correlación entre ajuste en
el tamaño del sector bancario y el crecimiento de la ratio de activos
totales sobre PIB es muy clara y nítida, lo que explicaría que la UE
apenas ha llevado a cabo un ajuste verdadero de su sistema bancario y
ello condiciona la evolución del crédito y del enorme gasto público para
salvar un sistema quebrado.
Esto ya lo ha puesto de manifiesto el
propio FMI alertando de la situación tan preocupante de la banca
europea, y especialmente la española, que retardará aún más la supuesta
recuperación económica.
Esta crisis ha sido el resultado de un completo fracaso en la gestión
del riesgo, algo que no ha terminado y estamos ante un episodio que
muchos llevamos alertando hace mucho tiempo.
Deberíamos haber aprendido que los estándares de capital eran
insuficientes y que había un agujero enorme en la estructura reguladora.
En su lugar, se aplicó una idea tóxica que consistía en que existen una
serie de bancos que son demasiado grandes para poder quebrar.
Pero en
este intervalo, los que han causado el problema, gestores bancarios,
reguladores y acreedores, salen indemnes y se siguen cobrando bonus con
la misma presteza que los primeros inversores de Bernie Madoff recibían
sus rendimientos. (...)" (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 13/04/2014)
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