"Obama ha iniciado en Varsovia su actual visita a Europa. No por
casualidad. Polonia es el aliado más solícito con el viejo propósito de
Washington, mantenido a lo largo de toda la posguerra fría, de impedir
un entendimiento en materia de seguridad europea entre la UE y Rusia (la
ya olvidada hoja de ruta de la Carta de París por una nueva Europa de
Noviembre de 1990).
Sin eso, se complica cualquier fluida relación
política y económica entre Moscú y Bruselas, se mantiene el sentido de
la OTAN como bloque contra Rusia, y, sobre todo, se conjura el peligro
de una política exterior europea autónoma y menos indecente.
Es decir;
se mantiene bien amarrado el vector europeo que es una de las cuatro
grandes prioridades de la política imperial americana, junto con la
contención de China, impedir que Rusia levante cabeza y mantener a raya a
los BRIC´s. (...)
Obama
va a utilizar la memoria del soldado Ryan, como hizo Bush en 2004, para
promocionar la receta tradicional: forjar un frente euro americano
contra el resto del mundo.
En una clave conservadora respecto a su tradición histórica imperial,
Europa como proyecto resulta del todo inservible. Esa es la gran
divisoria del debate sobre el futuro de la Unión Europea, por más que no
se hable de ello: a qué mundo queremos contribuir, al solidario y
sostenible, o al caótico-militarista.
¿Una Europa social, capaz de
aprender de sus errores y sensible a cómo otros ven el futuro del mundo,
o a la que se instala en su biografía de inventora del desastre
industrial, del imperio moderno y de la destrucción masiva, de la que
Estados Unidos es hoy paradigma indiscutible? (...)" (Rafael Poch, La Vanguardia, en Rebelión, 06/06/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario