"(...) la Unión Europea es la negación de la soberanía y de la
democracia. Lo hemos dicho en el pasado y no vamos a insistir mucho en
ello. La Europa neoliberal ha exacerbado la competencia entre países, ha
liquidado los derechos sociales y está corrompiendo los valores cívicos
de las sociedades europeas.
Aún más, el neoliberalismo ha dividido el
continente europeo en un núcleo de países industrializados dirigido por
Alemania y una periferia cada vez más dependiente desde el punto de
vista económico. En el espacio europeo no hay lugar para las políticas
redistributivas; aquí lo único que cabe es un neomercantilismo feroz e
inmisericorde que, en el mejor de los casos, genera crecimiento
empobreciendo a las mayorías sociales.
Los ciudadanos europeos empiezan a
entender el significado de la lex mercatoria que
impera en Europa: voten lo que voten, siempre es lo mismo. Y si alguien
osa desafiar la autoridad de Bruselas, los mercados le hacen entrar en
razón desencadenando ataques especulativos hasta provocar un corralito
bancario. Primero fue Grecia. Ahora, tal vez, Italia. (...)
Lo que se está produciendo en Europa no es un enfrentamiento entre un fascismo atávico y un europeísmo pretendidamente liberal y cosmopolita.
Lo que se está produciendo en Europa es un enfrentamiento
entre dos nacionalismos exacerbados por la competencia que tiene lugar
en la economía europea: el nacionalismo económico de Alemania, que
propugna una política neomercantilista, y un nacionalismo reactivo y
revanchista que emerge en países como Italia,
Francia o Gran Bretaña, por no hablar de Europa del Este.
El europeísmo
vacuo que exhiben las élites políticas y económicas, su defensa cerrada
del euro y del mercado único, no es más que una coartada ideológica del
nacionalismo económico alemán.
Hace casi doscientos años, el gran
economista alemán Friedrich List advirtió lúcidamente que la doctrina
cosmopolita obedecía a razones nacionalistas de los países
industrializados, que predican la libertad de comercio a los países
pobres sólo cuando saben que no pueden competir con ellos. (...)" (Héctor Illueca, Manolo Monereo y Julio Anguita, Cuarto Poder, 02/10/18)
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