"(...) Decía hace
un tiempo que, al ver lo que estaba sucediendo en Catalunya, sentía
pena, dolor, vergüenza y temor.
Pues continúo sintiendo lo mismo,
agravado por todo lo que sucede ahora mismo. Por un lado, esta situación
ha generado un importante renacer de algo que era absolutamente
minoritario y marginado: la extrema derecha fascio-nazionalista
españolista y franquista, anti comunista, anti democrática y anti
catalana.
O sea, que podemos agradecer al nazional-secesionismo de
Catalunya de haber contribuido a reflotar con fuerza un movimiento tan
reaccionario como VOX y sus entornos, potenciado por la extrema derecha
de EEUU y de Europa, con Stephen Kevin Bannon a la cabeza.
En un mismo sentido de degradación del sistema democrático más elemental, el juicio del “Procés” a
los políticos independentistas que habían echado a la papelera
Constitución, Estatut, instituciones y normas de funcionamiento
democrático, demuestra hasta que punto este movimiento reaccionario ha
llegado a niveles de degradación cultural, social y política.
A veces,
hasta da vergüenza ajena, o propia, contemplar el espectáculo y uno
piensa, ¿es posible que estas personas hayan sido elegidas para gobernar
Catalunya y se crean las fábulas que cuentan? Y, más grave aún, los que
todavía están dispuestos a votarles, se las creen también.
Siempre
había pensado que, independientemente de la ideología u opción política
que uno defendiera, habría siempre un cierto sentido de la realidad, de
lo verdadero o falso, y del ridículo. Me sorprende todavía que no sea
así, que amplios sectores se crean milongas de parvulario.
Es por
todas estas cosas que siento cansancio cuando miro a mi alrededor. Y no
tengo otro. Por ello, continúo haciendo cositas para intervenir algo en
la realidad y contribuir a cambiarla un poco para poder construir algo
diferente.
Por eso, colaboro a que resurja una izquierda real, después
de la práctica desaparición de la que tenía que haber encabezado un
proceso de regeneración democrática, de lucha contra los nazionalismos
en la perspectiva de una España republicana y socialista, por el
internacionalismo, la fraternidad entre los pueblos y la paz. Una “izquierda” que ha acabado en fragmentos peleando patéticamente por el silloncito particular.
(Viernes, 29 de marzo de 2019)."
(Francisco Frutos, ex-secretario general del Partido Comunista de España, Crónica Popular, 30/03/19)
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