Según el Centro de Prioridades Políticas y Presupuestarias, solo dos del medio centenar de Estados que integran la Unión cerrarán 2010 con superávit en sus cuentas.
Eso se traduce en un déficit combinado cercano a los 191.000 millones de dólares, equivalente al 29% de sus presupuestos. Es el mayor desequilibrio en los registros, y 46 seguirán con números rojos en 2011.
Los fondos federales se acaban y desaparecerán por completo a mediados de 2011, a finales del actual ejercicio fiscal. Goldman Sachs calcula que, en el mejor de los escenarios, los Estados tendrán que lidiar con un desfase de 82.000 millones de dólares.
La Conferencia Nacional de Congresos Federales lo eleva a 111.000 millones. Y con los fondos del Gobierno central menguando, eso llevará más subidas de impuestos y recortes en programas públicos.
El Estado de Nueva York es un ejemplo del efecto devastador de la recesión en los ingresos públicos. El desfase en las cuentas se estima en 8.500 millones para el ejercicio 2011, que arrancó en abril. Para reducirlo, el Gobierno estatal ha establecido un rígido techo de gasto y lleva dos años recortando ayudas públicas a las escuelas y servicios sanitarios, así como los sueldos y las plantillas de funcionarios." (El País, Negocios, 26/12/2010, p. 6)
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