Según este profesor de geografía financiera de la Universidad de Ámsterdam, las “guerras civiles”, los “efectos bola de nieve” y otros dramas mencionados por “los famosos think-tank [laboratorios de ideas], los economistas con renombre, los bancos que se consideran más o menos estables” no son hipótesis “realistas”.
Una “salida de Grecia de la zona euro parece tan dolorosa que algunos afirman que es poco probable que otros países sigan su ejemplo”, apunta Engelen. “En efecto, si Grecia quebrase y reintrodujese el dracma, los acreedores poco escrupulosos (BNP Paribas, Dexia, Commerzbank) caerían”. En cualquier caso, esos bancos “ya dependen de sus bancos centrales.
En el ambiente bancario, se los conoce como ‘dead men walking’ [apelativo que se emplea con los condenados a muerte camino del cadalso]. No es seguro que una quiebra griega cambiase en algo la situación.
Por tanto, ¿por qué se plantean escenarios apocalípticos? Sólo veo que exista una razón verosímil: a través de las amenazas y el chantaje, los bancos intentan, una vez más, que los contribuyentes paguen las consecuencias financieras de su propia incompetencia”. (Presseurop, 26/09/2011)
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