"¿Hay alguna solución razonable y humanitaria para las pérdidas que
van a sufrir las personas que han sido víctimas de este fraude?
Ejemplar
ha sido, por ejemplo, la Autoridad de Servicios Financieros de Reino
Unido (FSA por sus siglas en inglés).
Ha llegado a un acuerdo con
Barclays, HSBC, Lloyds y RBS después de detectar graves deficiencias en
la venta de complejos productos financieros a pymes, venta que ha tenido
un grave impacto en un gran número de negocios.
Decirle que Barclays,
HSBC, Lloyds y RBS han acordado con el regulador británico, entre otras
circunstancias, devolver a todos sus clientes británicos una variedad de
swap llamada collar estructurado sin mayor discusión.
Reconociendo su mala práctica en la venta de este producto.
En España,
alguno de ellos está defendiéndose en cada demanda que se les interpone.
Argumentan la corrección y transparencia aplicada por el banco en la
venta de este producto concreto.
Es decir, en Gran Bretaña, al menos en
alguno de los productos tóxicos, los propios bancos han reconocido su
mala praxis, el engaño al cliente.
En mi caso personal, del análisis de
alguno de los productos tóxicos que he tenido que realizar para algún
informe pericial, el escenario en el que el cliente podía beneficiarse
era imposible. Sin embargo, el escenario en el que el cliente perdía,
era casi inevitable.
¿Comprarías lotería de un número que no entra en el
sorteo y que, por tanto, no te puede tocar?" (Aníbal Malvar, Cuarto Poder, Rebelión, 02/12/2012)
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