"El rescate europeo evitó la explosión del sector bancario —mejor
dicho, de las cajas bancarizadas— en España. Pero no cumplió ni cumplirá
su segundo objetivo, finiquitar la sequía de crédito para relanzar la
inversión y, pues, el empleo.
No hay más crédito, sino menos. Ni lo habrá en dos años. Y el que haya, será más caro y conllevará condiciones más ásperas.
Esa es la traducción exacta del pronóstico formulado por la troika supervisora, compuesta por la Comisión, el FMI y el BCE (EL PAÍS, 19 de noviembre).
Según ella, el crédito “tocará fondo” en 2014 (es decir, aún seguirá
bajando) y “aumentará ligeramente desde finales de 2015” (o sea, dentro
de dos años) “con la excepción”, a peor, de las pymes. (...)
¿Hay recetas para paliar esta sequía, ni que sean parches temporales y
parciales? Las hay. Y muchas. Por un lado, catapultar a los inversores
institucionales (colocaciones privadas, crowfunding por
Internet, titulaciones…)
Por otro, el Banco de España propone una recua
de medidas en el informe citado: reforzar al ICO, simplificar el marco
legal del apoyo a las pymes, facilitar mecanismos extrajudiciales de
pago, reinventar las sociedades de garantía recíproca, procurar a las
pymes mecanismos para ofrecer mejor información de sí mismas...
Y el BCE
también podría aportar mucho más (¿con la venia del Bundesbank?), no
solo recortando aún más el tipo básico de interés, o con nuevas barras
de liquidez adicionales al billón de euros ya dispensado, sino
reduciendo el coeficiente de caja, o comprando activos privados, como la
Reserva Federal.
También se podrían condicionar algunas de esas medidas
de apoyo a la banca a que esta aumentase su apoyo a las pymes serias. O
sea, un nuevo contrato banca-empresa." (
Xavier Vidal-Folch
, El País ,7 DIC 2013 )
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