"Los desahucios de viviendas por impago de las rentas
del alquiler crecieron un 6,1% en el segundo trimestre. El cambio en el
mercado inmobiliario, con un encarecimiento muy pronunciado en los
precios de los alquileres, se refleja en la estadística del Consejo
General el Poder Judicial (CGPJ) difundida este lunes.
El incremento de
los desahucios por dejar de pagar el alquiler de la vivienda es muy
superior al registrado en el trimestre precedente. Y pone de relieve el
problema con los arrendamientos: Algo más de seis de cada diez
lanzamientos (61,2%) llevados a cabo en el segunda trimestre en España,
un total de 10.491, se produjeron por el impago del alquiler mensual de
la vivienda.
Frente a las dificultades para afrontar el alquiler
de la vivienda, reflejada en los desalojos, se ha producido una
moderación de los deshaucios derivados del impago de la cuota
hipotecaria. Estos siguen bajando: en el segundo trimestre se
registraron 5.672 (33,1% del total), cifra que supone una disminución
del 8,5%. Los 989 lanzamientos restantes (que representan el 5,7% del
total) derivaron de otras causas.
El mayor número de prodecimientos judiciales por
impago del alquiler -sobre todo en las regiones de Cataluña y Madrid
donde los desalojos crecieron en torno al 10% en tasa interanual-, ha
arrastrado el número de desalojos totales practicados en España durante
el segundo trimestre del año.
“Han sumado 17.152 lanzamientos, una cifra
que, tras cuatro trimestres de reducciones interanuales, refleja un
aumento del 1,7% respecto al mismo periodo de 2017”, refleja el CGPJ.
Cataluña (con 4.170, el 24,3% del total nacional) fue la comunidad
autónoma en la que se practicaron más lanzamientos en el segundo
trimestre de 2018, seguida por Andalucía (con 2.718), Comunidad
Valenciana (con 2.245) y Madrid, con 1.878. Se han observado importantes
incrementos en Murcia, en Extremadura, Cataluña y Canarias.
Desde hace cuatro años, el principal problema de los
propietarios españoles ya no es verse las caras con el banco, sino con
su casero, con el que resulta casi más difícil negociar. La subida del precio del alquiler ha provocado
elevadas tasas de morosidad en los arrendamientos que están llevando a
los juzgados a miles de propietarios que buscan recuperar la posesión de
sus viviendas en caso de que no hayan sido devueltas voluntariamente
por paret de sus inquilinos.
Hay que tener en cuenta que desde el año 2013, en que
se reforma la Ley de Arredamientos Urbanos (LAU), los propietarios
pueden demandar al inquilino e inciar el proceso de desalojo con tan
solo un mes de impago. Y que, además, pueden actualizar las rentas a su
antojo, sin necesidad de estar esas subidas ligadas al IPC. El precio de
los alquileres cerró 2017 con la mayor subida en 11 años. Las rentas se
revalorizan un 8,9% de media, según Fotocasa. (...)" (Sandra López, El País, 08/10/18)
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