"Pueblos 'rojos' en la sierra andaluza que de pronto amanecen con cientos
de votos a Vox. Lugares donde Izquierda Unida tiene mayoría absoluta en
los que la ultraderecha crece un 1.000%. El discurso de Vox no solo ha
calado en los feudos de Almería o el litoral de Cádiz, también ha subido hasta los pueblos de montaña para demostrar que algo se estaba cociendo en las casas de miles de andaluces.
"Aquí no hay invernaderos ni chabolas llenas de negros, claro que no,
pero sí hay muchos cazadores, y mucha gente a la que le gustan los toros
y los caballos. La gente de la sierra disfruta mucho del campo
y al ver que los partidos de izquierda quieren prohibir los toros y la
caza han dicho 'estos son los míos".
Quien hace esta reflexión es
Manuel, comercial de alimentación en la Sierra de las Nieves de Málaga.
"Si no ha crecido más Vox aquí es porque la gente ha ido consiguiendo
muchos derechos como el PER o las ayudas a la dependencia y les da miedo que se los vayan a quitar", sentencia.
Días atrás, el pueblo de Sedella, en las sierras de Tejada, se hizo
famoso por la carta abierta de un médico malagueño en la que explicaba a
Pablo Iglesias por qué ahora este pueblito de 634
habitantes gobernado por Izquierda Unida ha empezado a votar a Vox sin
que eso signifique que ahora todos son fachas.
Pero Sedella es solo un
caso más. En la Sierra de las Nieves, Monda ha pasado de un voto a Vox en 2015 a 105 votos el pasado domingo.
Aquí Izquierda Unida gobierna con mayoría absoluta: siete concejales
para IU, tres para PSOE y solo uno para PP. Y es en este 'pueblo rojo'
donde Manuel, el comercial, también explica a su manera que la gente no
se ha vuelto facha de repente, sino que simplemente tiene miedo a perder
su forma de vida.
Tras un rato de charla, el comercial se termina soltando: "Pues yo he
votado a Vox, te lo digo, un leñazo gordo ahí a todo el que sea. Y no
por voto de castigo, sino porque me gusta lo que está diciendo. Soy de
izquierda de toda la vida, he votado al PSOE siempre y
el domingo cogí la papeleta de Vox para que [el PSOE] no se lo crea
tanto. Lo que pasa es que se ha ido de las manos un poquito.
Todos
creían que iba a ganar otra vez Susana". Sus motivos son varios: "Las
fronteras están para respetarlas, y ni el PSOE en la Junta ni el PP en
el Gobierno han hecho nada; al que le guste los toros que los vea y el que no,
no, o sea libertad. Y lo del impuesto de sucesiones es indecente, como
te quede una casa en herencia estás arruinado para toda la vida. Todo
eso lo han podido arreglar PP y PSOE y no lo han hecho".
Los toros, la caza mayor y el mundo del campo son asuntos
importantes en las zonas de interior andaluzas, a diferencia del trato
con la inmigración ilegal que ha prendido la chispa de la ultraderecha
en los invernaderos de Almería o en la zona de Algeciras.
Eso no quita
que en estos pueblos de cuestas empinadas el mensaje duro de Vox contra la inmigración también ha calado fuerte.
En la panadería del pueblo de Monda, Pepi muestra su cabreo por "las
ayudas que dan a los extranjeros" no solo a nivel nacional, sino "aquí
mismo, en el pueblo.
Cada viernes ves a un montón de marroquíes haciendo
cola para que les den comida gratis. Españoles no ves ni uno. Lo mismo
con la comida en el colegio, que hay que hacerla como ellos quieren".
Argumentos calcados en miles de pueblos y ciudades de toda España.
Francisco Sánchez,
alcalde de Monda, suspira ante la batería de señalamientos y quejas en
contra del presunto trato de favor a los inmigrantes en su mismo pueblo.
"Es que no es verdad. Damos comida gratis cada viernes a todas las
familias necesitadas, sean españolas o extranjeras. Si
no van españoles es porque les da vergüenza que los vean. Ese listado
nos lo da la asistencia social y nosotros damos la comida que de otro
modo se iba a tirar. Si un español la necesita, que la pida".
Sánchez considera que los 105 votos a Vox en un pueblo que siempre ha
votado a PSOE e IU es simplemente un síntoma de la coyuntura política.
"No me preocupa, porque no votan por ideología sino por el descontento
general. La gente no se ha leído el programa, no sabe qué proponen sobre
la Ley de Igualdad, pero tienen ganas de algo distinto como pasó con el 15-M.
Vox ha jugado muy bien con la propaganda, promete a la gente todo lo
que quiere escuchar y luego los otros partidos se dedican a hacerle la
campaña hablando todo el día de ‘cuidado que viene Vox".
En el vestíbulo del ayuntamiento, una decena de inmigrantes hace cola
para realizar gestiones municipales. "Nuestra población ha crecido
gracias a los inmigrantes de todo el mundo. Hay marroquíes, hondureños,
rusos… Sin ellos nos vendríamos abajo como el resto de
pueblos de la sierra.
Pero nadie puede decir que aquí hay tensiones o
problemas, Monda ha sido de siempre un pueblo de acogida, ya desde los
'hippies' en los años 70", dice el alcalde. Casi ningún habitante
trabaja en el municipio porque apenas hay tejido comercial. Solo unos
cultivos de naranjo y olivar. La mayoría de mondeños sale cada mañana autovía abajo hacia Marbella, a 18 kilómetros, para trabajar en la hostelería.
La sacudida de la ultraderecha en estos 'pueblos rojos' no pasará, salvo
hecatombe, de toque de atención. Nadie espera que en las elecciones
municipales de mayo Vox vaya siquiera a presentar candidatura en estos
bastiones de Izquierda Unida. "Una cosa es ir a votar y otra muy
distinta es señalarte en una lista con 14 personas más y hacer campaña
en un pueblo en favor de la ultraderecha. Vox ha logrado sus escaños y
hay que respetarlo.
Se ha ido a las cofradías de pescadores a decir
'aquí no entra más pescado de Marruecos' y se han ganado a los
pescadores, han defendido los toros y aquí en Andalucía, donde se torea
cada día, eso ha gustado. Y luego decisiones de otros partidos como sacar a Franco del Valle de los Caídos han
exaltado a mucha gente. Los partidos se han equivocado y ahora lo
importante es que Vox no suba más en la municipales y las generales",
resume el alcalde." (David Brunat, El Confidencial, 07/12/18)
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