12.10.08

La era del liderazgo mundial de Estados Unidos, que comenzó en la II Guerra Mundial, ha terminado.

"Es un cambio de repercusiones tan trascendentales como la caída de la Unión Soviética: se ha derrumbado todo un modelo de gobierno y economía. (...)

Estados Unidos siempre ha tenido una política económica para sí y otra para el resto del mundo. Durante los años en los que castigaba a los países que se apartaban del equilibrio presupuestario, estaba pidiendo préstamos gigantescos para financiar sus recortes fiscales domésticos y sus compromisos militares. Pero ahora que las finanzas federales dependen por completo de que sigan entrando grandes remesas de capital extranjero, serán los países que habían rechazado el modelo de capitalismo estadounidense los que influyan en el futuro de su economía. (...)

La grave situación de los mercados financieros estadounidenses se debe a que los bancos han trabajado en unas condiciones de libertad absoluta creadas por esos mismos legisladores. La clase política de EE UU es la responsable del caos actual. (...)

El destino de los imperios, a menudo, se decide por la relación entre guerra y deuda. Ocurrió con el Imperio Británico, cuyas finanzas se deterioraron a partir de la Primera Guerra Mundial, y con la URSS. La derrota en Afganistán y la carga económica que supuso tratar de responder al programa de la guerra de las galaxias de Reagan fueron factores cruciales que contribuyeron al desmoronamiento soviético. A pesar de su insistencia en su excepcionalidad, EE UU no es distinto. La guerra de Irak y la burbuja crediticia han herido de muerte su hegemonía económica. (...)

Lo que es evidente es que EE UU está perdiendo poder a enorme velocidad. Georgia nos mostró a Rusia rediseñando el mapa geopolítico, sin que EE UU pudiera ser nada más que un espectador impotente. (...)

Después de haber creado las condiciones que engendraron la mayor burbuja de la historia, los dirigentes políticos de EE UU parecen incapaces de comprender la magnitud de los peligros que afronta ahora su país. Envueltos en encarnizadas guerras culturales y peleados unos con otros, parecen no darse cuenta de que su liderazgo mundial está desvaneciéndose a toda velocidad." (John Gray: Mucho más que una crisis financiera. El País, ed. Galicia, Opinión, 11/10/2008, 0. 35)

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