La vida en una caída sostenida como la de Japón podría ser lamentable. Ya mismo puedo ver por la ventana de mi casa de invierno en la costa occidental de Florida esa imagen deprimente. Si conducimos dos kilómetros hacia el sur, podemos contar carteles de "se vende" en 20 casas de lujo.
Las tiendas están en su mayoría vacías. Los servicios de enfermería abundan porque pocos maridos de enfermeras encuentran trabajo. Uno se tropieza con abogados e ingenieros dispuestos a aceptar trabajos de lavacoches, aunque hoy en día no hay trabajos de ésos. Edificios abandonados, a medio construir, se deterioran cada mes que pasa.
Me quedé sorprendido cuando oí decir a un consternado banquero local, que con toda probabilidad ha votado a los republicanos toda su vida, que si para evitar caer en la trampa japonesa la gente de Obama tuviera que tolerar unas tasas de inflación superiores al 10% entre 2009 y 2012, EE UU debería aceptar ese riesgo.
Ponderar la enfermedad japonesa, no porque sea muy probable sino para comprender lo perniciosa que podría ser, zanjará el debate a favor de los programas de estímulo extremos. Mejor prevenir que curar." (PAUL A. SAMUELSON: ¿Podría EE UU sufrir 'décadas perdidas' como las de Japón?. El País, Negocios, 29/03/2009, p. 16 )
No hay comentarios:
Publicar un comentario