23.4.10

Grecia está en todas partes... pero la deuda generalizada de los estados... tiene fácil solución...

"A la sombra de la crisis financiera, florece sobre todo en Europa el negocio con la deuda pública. Pues los Estados son los mejores deudores que le quepa desear a un acreedor.

A la crisis bancaria y financiera no tardó en seguir, como era previsible, la crisis económica mundial. Y a ambas viene a sumarse ahora la crisis de las finanzas públicas, tercera etapa de la Gran Crisis. Deuda, culpa y expiación, una lucha pugnaz: los ciudadanos de a pie deben subvenir al generoso rescate de los bancos. Las deudas públicas aceleradamente acrecidas se usan a modo de varapalo para inculcar esta lógica. Algunos pequeños pueblos –los islandeses en el Norte, los griegos en el Sur— se avilantan a resistir el absurdo dominante y se niegan a pagar por la crisis. De la noche a la mañana, las deudas de terceros se han convertido en problema de todos.

De acuerdo con las últimas cifras del FMI, cinco de los Estados del G-8 tienen un déficit público superior al 100% del PIB, con Japón (200%) a la cabeza. Alemania y Canadá se hallan hasta ahora por debajo del umbral del 100%; los miembros de la EU España, Portugal, Italia y Grecia, rayanos en, o aun por encima de, ese límite. Nunca antes en tiempos de paz había subido de manera tan extrema el déficit público en los países capitalistas desarrollados como ha ocurrido desde el comienzo de la crisis financiera mundial a finales de 2007.

Sólo en 2009, los títulos de obligaciones emitidos por la República Federal Alemana crecieron hasta alcanzar la cifra de 1 billón 692 mil millones de euros. Sólo en 1995 –cuando de verdad se hicieron sentir por primera vez los costes de la reunificación— había sido mayor el salto de la deuda pública alemana. En los países de la OCDE, el nivel promedio de los déficits públicos ha llegado a alcanzar entretanto un 80% del PIB, y en pocos años podría llegar a rebasar de manera generalizada la marca del 100%. Grecia está en todas partes. (...)

El conjunto de los Estados de la UE tienen ya más de 8 billones de euros inscritos el Debe. Los EEUU vienen a acompañarnos con más de 2,3 billones de dólares de deuda pública fresca. El negocio con los títulos de deuda pública florece como nunca. ¿Por qué, pues, la inquietud en los mercados financieros? ¿A qué la repentina preocupación por las deudas de Grecia, Italia, España, Portugal o Irlanda? ¿De qué el miedo a una bancarrota pública en la que, manifiestamente, los mercados financieros creen menos que nadie?

Ahora como antes, los paquetes de deuda pública griega, española y portuguesa se compran como panecillos recién salidos del horno, son tan deseados como los títulos públicos alemanes. Naturalmente, con jugosos cargos por riesgo, lo que hace harto más rentable el negocio con esos paquetes.
(...)

Fueron y siguen siendo los bancos –por lo pronto, los europeos— los compradores de deuda pública griega, los tenedores de la misma y los principales responsables de su crisis financiera: aseguradoras e institutos bancarios franceses, suizos y alemanes son los principales acreedores; les siguen a mucha distancia bancos británicos y estadounidenses. Los bancos portugueses poseen casi tanta deuda pública griega como los norteamericanos. (...)

Con el miedo a la bancarrota pública y a la amenaza de un caos monetario en caso de caída del euro, se promueven ulteriores “reformas” neoliberales. En España, Italia, Portugal, en Gran Bretaña; por doquiera está a la orden del día la jubilación a los 67 años. Por doquiera tienen que vérselas los ciudadanos de a pié –no los propietarios de capital y de patrimonio— con drásticas subidas de impuestos. Por doquiera se recortan los servicios públicos, por doquiera se reduce el sector público. Impulsada ahora por la situación de pretendida emergencia financiera del Estado, se avanza irresponsablemente en la privatización de la propiedad pública. Los griegos son masacrados, los portugueses, achicharrados; se afilan con celo digno de mejor causa los cuchillos contra España. De te fabula narratur." (SinPermiso, 04/04/2010, citando 'La tercera etapa de la Gran Crisis: Grecia está en todas partes Michael R. Krätke)

Solución:

"La solución de estos problemas resulta obvia, y sería extremadamente sencillo ponerla por obra. Bastaría con que los Estados de la Eurozona se apoyaran mutuamente mediante un europréstamo garantizado por todos ellos y por el Banco Central Europeo (BCE), un europréstamo que, gracias al Banco de Inversiones de la UE, podría organizarse muy rápidamente y colocarse fácilmente en unos mercados financieros que nadan en dinero. Grecia podría salir del apuro en que se halla, y la solidaridad de los europaíses daría un buen chasco a los mercados financieros y a las agencias privadas de calificación del riesgo. Se ganaría tiempo para poder encarar finalmente los problemas estructurales de la UE y de la Eurozona, señaladamente el representado por los extremos desequilibrios entre los países miembros, desequilibrios de los que se ha beneficiado, sobre todo, la economía exportadora alemana y a los que, sobre todo, ha contribuido la política económica alemana de la pasada década.

Pero no habrá tal. El cerril dogmatismo de los neoliberales que tienen vara alta en la Comisión Europea y en el BCE impedirá también ahora que ocurra algo que resulta tan necesario como razonable. " (SinPermiso, 14/03/2010, citando 'La solución más obvia y sencilla a los problemas de la eurozona choca con el cerril dogmatismo neoliberal de la Comisión Europea' de Michael R. Krätke)

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