Los esfuerzos del Banco de España para dar transparencia a las cuentas bancarias, ofreciendo datos que no se conocen en otros países, no se han tenido en cuenta. La sequía de los mercados amenaza con cerrar el crédito a los bancos y, por tanto, a las empresas, con lo que se paralizaría la economía. Pese a que España está reduciendo con velocidad su dependencia del crédito exterior, aún necesita que los extranjeros le presten el 5% de lo que demandan las empresas.
Otros países de la UE se autofinancian, por lo que viven la tensión de los mercados con menos nerviosismo.Para romper esta situación, el Gobierno español pidió a la UE que acelere la publicación de las pruebas de resistencia o stress test de la banca. (...)
Pero no todos quieren, sobre todo los alemanes. El presidente del Bundesbank y miembro del BCE, Axel Weber, se reunió con 16 entidades hace días y les dijo que deberían preparar planes de emergencia para ampliar capital por si no consiguieran superar las pruebas de resistencia.
Mientras tanto, la mayoría reclama más actividad al Banco Central Europeo (BCE) para dar fluidez al crédito. Esta institución ha terminado con los préstamos a un año y solo lo hace a tres meses. "El BCE es el prestamista de última instancia y debe cumplir su papel. Con las subasta a un máximo de tres meses, no lo está haciendo", dice Joaquín Maudos, profesor de la Universidad de Valencia.
Un alto ejecutivo recuerda que cuando se implantó la moneda única, los países renunciaron a sus bancos centrales como financiadores porque estaba el BCE. Aunque llegara su manguera, muchos creen que el dinero del BCE sirve para atender los vencimientos, pero no para dar créditos. Es decir, no es la solución definitiva." (El País, ed. Galicia, economía, 04/07/2010, p. 29)
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