21.9.10

La recaída de Irlanda pasa factura a la deuda española

"El Tesoro alcanza sus objetivos máximos al colocar 7.000 millones en letras a corto plazo aunque a costa de subir los intereses.

Las dificultades financieras de Irlanda y el recrudecimiento de las tensiones en los mercados de deuda se han dejado notar en la subasta que ha realizado hoy el Tesoro. Aunque España mantiene las distancias con el grupo de cola de la crisis fiscal, no es inmune a los mayores temores que estos días preocupan a los inversores en títulos soberanos y que se han saldado con un aumento del precio de emitir deuda.

Si hace un mes vendió letras a 12 meses comprometiendo un interés del 1,89%, hoy ha vuelto a alcanzar sus objetivos máximos pero a un tipo más caro, del 1,93%. También los títulos a 18 meses se han encarecido, al pasar del 2,15% al 2,19%. En total, la emisión le ha permitido captar más de 7.000 millones con una demanda muy superior a la oferta que, pese a la subida en el interés, demuestra que el país sigue contando con la confianza de los inversores." (El País, 21/09/2010)

Comentario. Hace unos días las cosas pintaban de otro color:

"Los inversores redoblan la confianza en la deuda española a largo plazo. La fuerte demanda de bonos despega a España de los países más castigados.

España se aleja con rotundidad del grupo de países castigados por los inversores. La subasta de bonos del Tesoro celebrada ayer permitió sacar a la economía española del grupo las denominadas periféricas por su falta de credibilidad exterior.

Aunque todavía no ha alcanzado niveles idóneos de crecimiento ni crea empleo, la cuarta economía del euro cuenta ya con la renovada confianza de los inversores, un factor indispensable para poder dejar atrás sus problemas.

El mercado ya no sitúa a España en el grupo de cola que componen Grecia, Portugal e Irlanda y que siguen padeciendo sus envites. Los inversores han pasado del temor a la creencia; de recelar de los planes antidéficit del Gobierno a acompañarles en su calvario, del sufrimiento a la fe, describía ayer el influyente Financial Times.

A diferencia de lo ocurrido un día antes con Portugal, el Tesoro español consiguió alcanzar los objetivos máximos de la subasta sin problemas al vender 4.000 millones de euros en títulos a 10 y 30 años con una demanda que duplicó la oferta. Y por sexta subasta consecutiva, a precios más baratos que en las anteriores operaciones a los mismos plazos.

Pero la mejora no se quedó ahí. Los tipos que aceptaron los inversores para comprar los bonos del Estado se situaron incluso por debajo del interés al que cotizan en el mercado secundario. Para ellos era fácil adquirirlos allí y garantizarse mayores rentabilidades, pero lo ocurrido ayer pareció algo cercano a un acto de fe." (El País, economía, 17/09/2010, p. 25)

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