Las entidades financieras han confesado que tienen suelo en sus balances por un importe original de 30.000 millones de euros. De esa cifra, han provisionado unos 10.000 millones, de modo que las entidades podrían vender sus terrenos sin asumir pérdidas adicionales por unos 20.000 millones.
No obstante, esta cifra neta equivale a cinco veces el importe de todas las transacciones de suelo realizadas por bancos, promotoras, otras empresas y particulares a lo largo de 2010 en toda España, ejercicio en el que se vendieron 3.970,9 millones, según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Fomento.
Como, obviamente, los bancos no son los únicos que venden suelo, al ritmo de ventas actual el mercado tardaría mucho más que esos cinco años en digerir el suelo que las entidades financieras poseen.
La esperanza de los bancos y las cajas es que el sector inmobiliario se reanime, de modo que pueda ir absorbiendo más velozmente sus existencias de suelo. El problema es que el elevado stock de viviendas vacías sin vender (buena parte de ellas también en manos de la banca) no permite ser muy optimista al respecto.
Además, la enorme cantidad de créditos a promotoras aún vivos que tienen el suelo como garantía (unos 62.000 millones) ni siquiera anima a pensar que los bancos vayan a ser capaces de ir dando salida al suelo que ya tienen a un ritmo más rápido que el de entrada de nuevos terrenos por créditos impagados. (...)
La caída acumulada desde el máximo de 285 euros que alcanzó en el tercer trimestre de 2007 es del 20%." (El País, 16/03/2011)
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