19.6.11

"Los inmigrantes tienen todas las ayudas, mientras que a nosotros ni siquiera nos dan dinero para las guarderías de nuestros nietos"

"El lema "primero los de casa" colocó a la Plataforma como segunda fuerza por detrás de Convergència i Unió y hundió a los socialistas.(...)

Pero el gran éxito de Anglada esta vez no ha sido hacerse fuerte en su población natal, sino exportar el modelo de partido xenófobo y populista. En las anteriores elecciones municipales, PxC ya obtuvo buenos resultados en otras localidades del interior de Cataluña como El Vendrell (Tarragona) y Manresa (Barcelona).

Ahora lo ha logrado también en la explosiva Salt (Girona) y, en el avance de mayor calado, en varios de los municipios más poblados de la periferia de Barcelona, tradicional granero de votos socialistas.

Con un discurso calcado del Frente Nacional francés, Plataforma ha conseguido lo que nunca lograron Convergència i Unió y el Partido Popular: romper la mayoría absoluta de Ayuntamientos como L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad catalana (260.000 habitantes y un 23% de población inmigrante).

"Nos hemos comido al PSC, ahora vamos a por CiU", presume Anglada. "Hablamos del problema de la inmigración sin miedo. Es un tema que está en los bares y en las calles. Los otros partidos no lo abordan, de ahí nuestro éxito", dice Daniel Ordóñez, el responsable del PxC en L'Hospitalet.

"La inseguridad y la falta de civismo están relacionadas directamente con la inmigración. Cualquiera que pase por L'Hospitalet lo ve. A las ocho de la tarde hay batallas campales en los bares. Navajas, sillas volando... Y a la mañana siguiente ves charcos de sangre", sostiene.

Su discurso cuaja y amenaza con extenderse por toda el área metropolitana. PxC ha conseguido tres concejales en Santa Coloma de Gramanet y Sant Boi, uno en Sant Adrià del Besos y Viladecans...

"No se puede vivir tranquilamente. No estás seguro en ningún sitio", repite Gabriel Olea, vecino de 52 años de L'Hospitalet, que ha votado en blanco. (...)

El partido xenófobo, que se estrenaba estas elecciones en Salt, ha pasado a ser la tercera fuerza, con el 13% de los votos. "Mal", "fatal", "un desastre". Entre el enfado, el hartazgo o el desánimo se sitúan muchos de sus ciudadanos. En esta ciudad la inmigración ha pasado de representar el 10% a ser el 40%.

La competencia por los servicios sociales se ha disparado. "Cuando nosotros llegamos hace 30 años nadie nos dio nada, no como ahora a ellos. Vivimos mucho tiempo sin luz ni agua corriente", opina Carmen López, andaluza de 54 años.

"Ha venido tanta gente de fuera que ahora no hay colegios para nosotros. Nos mandan al otro lado del pueblo", se queja López, que ha acudido a recoger a su nieta a la guardería. (...)

Uno de los votantes que ha pasado del PSC a PxC es Antonio Castro, extremeño de 69 años que llegó a Salt cuando era casi un adolescente. "Yo tampoco soy de aquí, pero nosotros vinimos a trabajar, y ellos vienen solo a comer. Los ves en la calle sin dar golpe, con zapatos mejores que los tuyos. ¿Eso cómo puede ser?", se pregunta Castro, a punto de enfilar hacia su huerto para ver cómo van los tomates.

El hombre, con dificultades para leer y escribir, decidió votar al partido xenófobo tras recibir una carta con el lema de PxC: "Primero, los de casa". La campaña en Salt ha sido sucia: PxC ha llegado a recoger firmas contra un inexistente proyecto de construcción de una mezquita.

Entre los ciudadanos la preocupación por las prestaciones sociales es una espina que azuza los radicalismos. "Los inmigrantes tienen todas las ayudas, mientras que a nosotros ni siquiera nos dan dinero para las guarderías de nuestros nietos", se queja Cándida Matute, de 65 años, votante tradicional de los socialistas. En las municipales ha votado en blanco. (...)

"Están quitando crucifijos de las escuelas, que no hacen daño a nadie, y ponen mezquitas. Al final, te sientes extranjero en tu propio país", sentencia." (El País, Domingo, 29/05/2011, p. 6/7)

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