16.9.11

"... la mayor consecuencia del 11-S en EE UU es que el país se distrajo"

"... la mayor consecuencia del 11-S en EE UU es que el país se distrajo. Se distrajo y perdió de vista dos aspectos fundamentales: en primer lugar, todos los demás hechos que estaban ocurriendo en el mundo; y en segundo, la erosión de su solidez financiera y competitividad comercial en el ámbito internacional.

Fijémonos en el primer punto. En el propio hemisferio de EE UU -una de las áreas más importantes para sus intereses- está apareciendo una nueva Latinoamérica, con pasos vacilantes pero visibles.   (...)

¿Y tiene EE UU una estrategia positiva y minuciosamente elaborada para Latinoamérica? Por supuesto que no. África se tambalea al borde del desastre ambiental y demográfico; pero Washington deja ese problema en manos del Banco Mundial.

Europa desaparece cada vez más de la escena. Rusia se funde en el olvido. La política sobre India y Pakistán es... difícil de describir. Las opiniones de EE UU sobre China oscilan entre el ciego entusiasmo y los llamamientos a acumular con urgencia navíos de la Armada estadounidense.

Y todos estos olvidos se deben a unas aventuras en Afganistán e Irak que ahora están llegando a su fin. Será difícil explicárselo a los estudiantes de historia de aquí a 50 años. (...)

Todavía más preocupante ha sido la distracción que ha impedido, durante 10 años, ocuparse de la "riqueza común", es decir, el "bien común" de EE UU y sus ciudadanos. La combinación llevada a cabo por la Administración de Bush -costosas guerras en el extranjero y recortes fiscales inexcusables que favorecían a los ricos- ha tenido unas consecuencias terribles para el déficit federal del país, su creciente dependencia del dinero extranjero y el futuro a largo plazo del dólar.

El tejido social está desgastándose, las capas marginadas aumentan -se observa de un año para otro en el comedor social en el que trabajo como voluntario- y la enseñanza pública está desmoronándose. La falta de inversiones en nuestros ferrocarriles, carreteras y redes eléctricas se nota a diario.

Y, por si hicieran falta más malas noticias, aparece un Tea Party con unas políticas que, de llevarse a cabo, empeorarían aún más la distracción.

Puede que este sea, por tanto, el auténtico legado que nos vaya a dejar el 11-S, mucho después de que las tropas estadounidenses se hayan retirado de las montañas de Hindu Kush.

Porque esta fue la década en la que EE UU se distrajo y dejó de prestar atención tanto a su situación interna como a su necesidad de tener una visión más amplia de los cambios en el mundo."                              (PAUL KENNEDY: ¿Debilitó o fortaleció a EE UU el 11-S?. El País,El País, ed. Galicia, 08/09/2011, p. 29)   
   

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