"La plataforma indignada 15MpaRato acaba de hacer un llamamiento a
los empleados y directivos que vayan a ser despedidos por Bankia para
que testifiquen sobre “cómo fueron obligados o inducidos a realizar las
promociones y ventas de forma deshonesta”, en el juicio que se está
desarrollando estos días contra la cúpula directiva de BFA-Bankia.
“Invitamos, pues, a todos los directores de Bankia y a los trabajadores a
ofrecer su testimonio a #querellapaRato”, señalan en un comunicado
difundido a través de la red.
“Por otro lado”, continúan, “promovemos
que los accionistas de Bankia que se hayan sentido engañados inviten a
los directores de sucursal que puedan haberles estafado a prestar
testimonio”. Y para cualquier tipo de consulta ponen a disposición de
los que deseen colaborar el correo electrónico 15mparato@gmail.com. (...)
¿Pero en qué situación judicial quedaría, por ejemplo, un director
de sucursal que se declarara cómplice de una venta de preferentes a un
anciano analfabeto? ¿Podría iniciar el juicio como testigo y acabar como
imputado?
Cuartopoder.es ha consultado con un auditor y
perito judicial con amplia experiencia en procesos contra entidades
bancarias, que prefiere mantener su anonimato: “Las políticas
comerciales de los bancos van de arriba hacia abajo.
Cuando al director
de una sucursal le imponen vender 100.000€ al mes de participaciones
preferentes, obviamente, la decisión de comercializar este producto no
es suya. Es más, si no alcanza o no se acerca a este objetivo durante
unos cuantos meses, probablemente lo defenestren, lo despidan.
Pero, en caso de testificar, ¿el director de sucursal podría ser imputado como cómplice?
Evidentemente
en una instrucción penal se puede entrar como testigo y acabar saliendo
como imputado. Pero me parece improbable que un juez decida imputar a
un director de sucursal por comercializar productos tóxicos. Tendría que
imputar a todos los directores de dicha entidad.
Si un juez decidiese
imputar a los directores de las 3.000 oficinas de Bankia, con sus 3.000
abogados, convertiría el proceso penal en faraónico, imposible. Además,
es altamente improbable que esos 3.000 hipotéticos imputados directores
de oficinas salieran finalmente condenados.
Ellos no eran artífices del
presumible engaño. Me resulta imposible de creer que, por ejemplo, un
director de una sucursal de Novacaixagalicia haya vendido preferentes a
sus amigos y familiares teniendo, ya no la certeza, sino la mera
sospecha de que les iba a hacer perder sus ahorros.
Pero un
director de sucursal tiene que saber que está cometiendo una estafa… Que
está vendiendo un producto a una persona que no lo comprende. ¿O son
unos ignorantes?
No necesariamente. Las preferentes tienen
ventajas e inconvenientes. En los bancos se adoctrina al personal para
que venda el producto obviando todo lo malo. Ni siquiera les interesa
que los directores de sucursal conozcan el alcance real de la letra
pequeña.
¿Quiere decir que son productos tan complejos que ni siquiera los directores de sucursal eran capaces de comprenderlos?
Evidentemente,
ni usted ni yo ni el director de la sucursal bancaria los hemos llegado
a comprender hasta que ha saltado el escándalo asociado a los productos
financieros tóxicos y nos hemos puesto a analizarlos con detenimiento.
O sea. Que usted cree que van a aparecer culpables, que va a haber condenados, pero de muy arriba. ¿Desde qué nivel?
Eso
nunca se puede decir. Que se va a imputar a la cúpula de determinadas
entidades, parece claro. Pero que acaben condenados es otra cosa. El
proceso penal es garantista. Para que haya condena no puede haber la
menor duda sobre la culpabilidad.
En este caso, las defensas pueden
alegar, y seguro que lo harán, que la crisis financiera, y sus
consecuencias, eran algo imposible de prever. ¿Quién podía prever la
desaparición de las cajas de ahorro de nuestro panorama financiero hace 4
años?" (Aníbal Malvar, Cuarto Poder, Rebelión, 02/12/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario