16.12.12

Las cajas germanas logran esconder sus miserias al librarse del control europeo

"Si hay un tema en el que Alemania no quiere que la UE le diga lo que tiene que hacer, ese es su sistema financiero. Y es que el país germano tiene un peculiar sector bancario que a menudo es criticado por expertos internacionales que alaban en cambio otros aspectos de la economía del país. 

De él dicen los críticos que quizá es uno de los menos eficaces y de los más costosos para sus clientes de los sistemas bancarios europeos. (...)

Más allá de la banca privada encontramos el segundo grupo de entidades financieras en Alemania. Se trata de los bancos de derecho público, o sea las cajas de ahorro y regionales, que juntas suman aproximadamente un 31 por ciento de los activos bancarios del país.  (...)

En general los expertos se ponen de acuerdo que las cajas de ahorros regionales son el talón de Aquiles de la economía alemana. Así, en total hay una constelación de 429 entidades diferentes, con más de 40 millones de cuentas corrientes a lo largo y ancho del país. 

Y es que el 71 por ciento de los tres millones de pymes del país acuden a ellas como su principal entidad financiera y es que esta era la voluntad inicial del sistema de cajas de proximidad, un trato directo con los clientes para gestionar sus ahorros y conceder pequeños créditos, sin mover grandes cantidades de dinero. 

El problema es que se ha demostrado que estas entidades son también mucho más fragiles antes los poderes locales y regionales. De hecho estan desde su fundación ligadas al poder político, puesto que la gestión es cooperativa con los gobiernos locales, es decir, en buena parte, pública. 

 No sólo eso, sino que además son organizaciones atomizadas con vocación a menudo limitada a una zona geográfica o a una ciudad.  (...)

Si nos planteamos cómo recibió el sistema financiero alemán la crisis entre 2008 y 2011, la respuesta debe también verse fragmentada según los tipos de entitades. 

La banca comercial privada y la banca regional sufrió duramente su dureza, registrando pérdidas importantes a razón de sus exposiciones a activos tóxicos y a las turbulencias de los mercados financieros. Las bancas cooperativas quedaron un poco más al margen, y conservaron acceso a la financiación gracias a sus depósitos. 

El gobierno alemán, sin embargo, no se quedó de brazos cruzados y puso en marcha un plan de salvamiento en otoño de 2008, con el objetivo de estabilizar un frágil sistema financiero alemán. Los poderes públicos alemanes gastaron más de 250.000 millones de euros de garantías o aportaciones de capital en reparar un sistema notablemente dañado. Mutiplicaron estructuras de bancos malos, programas de liquidación de activos, unas medidas sucediendo a veces a otras sin mucha transparencia contable y financiera.

 El Eurostat mostró, finalmente, sin embargo, que hubo en este periodo una progresión de nueve puntos del endeudamiento público alemán. (...)

Dos son los grandes nombres de bancos rescatados en Alemania. Hypo Real Estate (HRE) fue una entidad especializada en la financiación de proyectos inmobiliarios y colectividades locales. 

Sus activos tóxicos se transfirieron por 173.000 millones de euros a un banco malo, las pérdidas del cual, cifradas en 10.000 millones de euros en 2011 debidos principamente a la exposición a la deuda griega, se financian completamente por el estado alemán . 

En cuanto a Commerzbank, el segundo más importante del país, sus problemas derivados de la crisis de 2008 y los riesgos de quiebra que la marcaron, conducieron a los poderes públicos alemanes a tomar casi totalmente su control."        (El Economista, 14/12/2012)

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