15.4.13

"2014”, el año fijado por tecnócratas y políticos para la ansiada recuperación, no era más que un nombre dado a la línea del horizonte"

"Con la explosión de Chipre se confirmó que los meses de calma en la Europa periférica solo eran el preludio de una nueva tempestad. Antes de que esa calma generase una visión optimista del futuro, el mazazo chipriota desencadenó una nueva oleada del pesimismo más crudo, nuevamente prefabricado por los maquiavelos que manejan el mundo a su antojo y construyen la realidad. 

Quedó demostrado que “2014”, el año fijado por tecnócratas y políticos para la ansiada recuperación, no era más que un nombre dado a la línea del horizonte . Del mismo modo que esta se aleja cuanto más te acercas, se asigna a la recuperación económica una fecha que podrán ir reemplazando a discreción (por “2015”, “2016”, “2017”…). 

Se sentaba así la base “realista” (si las perspectivas vuelven a ser negras, algo habrá que hacer) para las nuevas exigencias destructivas. Estas no tardaron en volver a hacerse patentes sobre España. Hace escasos días los medios informaron acerca de las órdenes de Bruselas (léase, de la Troika) para proceder a más “reformas” urgentes. 

Primero sonaron las presiones de Durao Barroso , el presidente de la Comisión Europea y anfitrión, años atrás, de “Los Azores” que emprendieron la metódica destrucción de Irak. Al día siguiente, las del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn

Exigen, por ejemplo, más recortes en los derechos laborales, nuevas subidas de impuestos y otro “pensionazo”. Y lo quieren ya. De hecho, se espera que el 26 de este mes el dócil Rajoy –aunque a la vez algo remiso por puro cálculo electoral– anuncie el paquete. 

Casi al mismo tiempo llegaban los últimos datos sobre el desplome de la producción industrial en España: un 8,5% en el mes de febrero. Por si quedaran dudas de que “algo habrá que hacer”… 

Así es como la realidad se sigue acomodando a las directrices del FMI, ministerio de Economía de un Gobierno Mundial cada vez más visible . Recordemos, por ejemplo, que este organismo lleva tiempo reclamando una subida adicional del IVA, insatisfecho con las que ya elevaron el tipo máximo al 18 y al 21% sucesivamente. Algo similar venía ocurriendo con las pensiones , por limitarnos a otro ejemplo.(...)

 Según Jeroen Dijsselbloem , presidente del Eurogrupo, «sacar el riesgo del sistema financiero y hacerlo caer sobre las espaldas de los contribuyentes —tal y como ha sucedido hasta la fecha con Irlanda y con España— no es la aproximación correcta». La pregunta inmediata es, entonces, a qué esperan para devolver ese dinero a los “contribuyentes” irlandeses, españoles y del resto de Europa. 

Pero no parece que tengan tan buenas intenciones. El propio Dijsselbloem, en el marco de un nuevo globo sonda, anunció que la “solución” aplicada a Chipre puede ser válida en el futuro para otros países, lo que supondrá más golpes económicos a la ciudadanía (?) europea, en principio la “periférica”. 

Tras algún posterior desmentido (más o menos parcial), la propia Comisión Europea reconoció que ese es el plan. Así pues, se ha empezado a consagrar un principio opuesto al que se venía utilizando: los depósitos dejan de ser “sagrados” y los depositantes (de momento, dicen, solo los de más de cien más euros) son tratados como los accionistas –y otros inversores– de las entidades bancarias en crisis. (...)

Lógica A: “Tenemos una crisis económica grave que, entre otras cosas, afecta a la solvencia de la banca. No se puede consentir que los bancos se vengan abajo porque entonces peligrarían los depósitos de millones de ahorradores. Así pues, financiemos con dinero de todos el rescate de las entidades afectadas, de manera que se diluya el perjuicio económico.”  (...)

Lógica B: “Lo verdaderamente correcto es que quienes paguen los rescates bancarios sean las personas más directamente relacionadas con los propios bancos, por ser las que han confiado en ellos, con el riesgo consiguiente. Esto incluye a los ahorradores, en particular a los que tienen los depósitos más voluminosos.” 

Esta opción es (aún) más acorde con la ideología “neoliberal” , sobre todo con sus escuelas teóricas. Por eso tiene sentido que haya encontrado el aplauso de conspicuos portavoces de la misma. Sostienen que, frente a la socialización de las pérdidas de un banco, es más justo “privatizarlas” (¡como si no fueran privadas ya!); es decir, que sea el propio ámbito interno de la banca afectada la que peche con las pérdidas y la recapitalización de la entidad. 

En principio, esta “solución” suena bien, pero en realidad no es menos falaz. Primero, porque no es una verdadera alternativa de facto a la lógica A, sino que podría acumularse a ella: como ya hemos visto, no parece que la lógica B vaya a aplicarse con “efecto retroactivo”. Esto significa que muchas personas pueden pagar por ambas (p. ej., como “contribuyentes” que ya lo hicieron antes y como ahorradores si a partir de ahora se ven afectados por las medidas contra los depósitos). 

Pero es que además hay un grave “error” conceptual aquí , dada la naturaleza del bien (dinero) con que comercia la banca. Por decirlo escuetamente, no se puede equiparar el dinero de un accionista (propietario en cuanto tal) con el de un ahorrador . El primero es claramente capital de la compañía, no así el segundo. A este se le considera contablemente “pasivo”, pero sin duda es de otra índole (ajena, no propia), y hasta esa misma denominación resulta problemática. 

Los ahorradores son, sencillamente, los clientes de la empresa llamada banco. Jamás se pueden equiparar a los accionistas por el hecho de que ambos tengan dinero en ella. Son dineros distintos.(...)

  Las directrices del Fondo, ya lo venimos diciendo (y ver de nuevo ), las acaban siguiendo escrupulosamente sus lacayos de la Europa muerta . Una Europa que se ha creído rica y poderosa antes de la “crisis”, pero que ya entonces era un continente cautivo del Imperio y, sobre todo, de la falta de unidad entre los pueblos que la componen."          (El blog de Cordura, 13/04/2013)

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