18.12.13

Hay demasiada gente que es rehén de la vieja realidad, bien porque quiere regresar al pasado, o porque no ve la alternativa

(...) IS: En todas estas características y mecanismos de los que nos habla vemos que están muy encima siempre los medios de comunicación hegemónicos que aplastan a la información alternativa, marginal, periférica o colectiva que se crea desde la población.

JCM: Los medios de comunicación presentan todo esto como natural y la alternativa la presentan como algo inferior, anacrónica, poco preparada, ingenua, en el mejor de los casos bienintencionada pero sin ningún viso de realidad. Los medios de comunicación son a día de hoy el gran constructor de ese sentido común.

IS: ¿Qué piensa usted sobre la necesidad de que estos movimientos colectivos que están surgiendo se organicen tanto a nivel local, regional, nacional e incluso internacional alrededor de un fin político para jugar dentro de este juego democrático o pseudodemocrático que nos han impuesto hasta hoy día?

JCM: Ese horizonte es necesario, no vamos a poder cambiar todo esto hasta que no tengamos nuevas mayorías, lo que pasa es que desearlo no es construirlo. Las nuevas mayorías, a día de hoy, una buena parte de ellas están sujetas a ese sentido común neoliberal. 

Una buena parte de la gente que protesta no está contra el sistema sino que está en contra de los excesos del sistema, y por tanto no quiere superar la lógica capitalista, sino lo que quiere es superar, como si fuera posible, los excesos de la lógica capitalista pero siguiendo con el nivel de consumo y vida que tenía hace 10 o 20 años, aunque eso supusiera la explotación de los países del Sur, de África o la devastación de la naturaleza. 

Por esto, la solución de fondo pasa por un cambio de conciencia, y los cambios de conciencia reclaman más tiempo. Creo que ahora mismo pensar en términos electorales o en términos de articulación es empezar la casa por el tejado. Creo que hay que intentarlo, permitiendo que la gente se encuentre, pero también que tenemos que saber que los procesos van a ser más lentos de lo que imaginamos.

 Y que es verdad que como se ha roto la linealidad de los tiempos, como de repente vivimos en un tiempo donde un pequeño acto puede generar un gran resultado. Un buen ejemplo de ellos es que se puede prender fuego un muchacho en Túnez y caer la dictadura. Pequeños actos pueden generar grandes resultados y eso siempre está abierto. 

Pero todavía hay demasiada gente que es rehén de la vieja realidad, bien porque todavía no ha pagado los precios de la crisis, bien porque interioriza que esto es una situación pasajera y pronto regresará la anterior, o bien porque es tan rehén que quiere regresar al pasado aunque esté expulsado del sistema porque no termina de ver la alternativa.

Uno de los problemas es que lo que moviliza realmente a la gente es la construcción real o ficticia de una alternativa en sus cabezas, y a día de hoy eso no existe. Por tanto, creo que es prácticamente imposible que pensemos que va a poder articularse una nueva mayoría en tanto en cuanto no seamos capaces de construir un nuevo sentido común como algo evidente y deseable. 

Mi conclusión personal es que es momento de darle la vuelta a la tesis 11 sobre Feuerbach de Marx cuando decía que hasta ahora los filósofos han interpretado el mundo y de lo que se trata es de transformarlo. Diría que como de lo que se trata es de transformar el mundo, estamos en un momento en el que hay que volver a interpretarlo." (...)                   (Juan Carlos Monedero, Attac España, 14/12/2013)

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