"El sistema bancario en la sombra maneja más de 70 billones de
dólares en activos y plantea enormes riegos a la estabilidad financiera
global.
La desregulación financiera de los años 90 tiene hoy
al mundo al borde de abismo y, como expresa el propio Fondo Monetario
Internacional, se ha convertido en una verdadera "maldición" que puede
hacer sucumbir a toda la economía.
Al igual que el búho de Minerva, que
emprende el vuelo cuando los hechos están consumados, el FMI ve la zona
iluminada y reconoce "el peligroso crecimiento de la banca en la
sombra". Una vez más, tarde y mal, y olvidando que en los años 90 se
sumó al festín de las desregulaciones que proliferaron en todos los
sectores.
Si bien la banca en la sombra actúa del mismo modo que la banca tradicional, hay que señalar que ésta no tiene ningún tipo de supervisión pese a operar con todo tipo de instrumentos legales: fondos mutuos del mercado monetario, fondos de cobertura, fondos de gestión de riqueza y negocios financieros de todo tipo.
Si bien la banca en la sombra actúa del mismo modo que la banca tradicional, hay que señalar que ésta no tiene ningún tipo de supervisión pese a operar con todo tipo de instrumentos legales: fondos mutuos del mercado monetario, fondos de cobertura, fondos de gestión de riqueza y negocios financieros de todo tipo.
La banca en la sombra es un enorme
sistema de banca paralela que no rinde cuentas a nadie pese a alcanzar
en alguno países un tamaño mayor al de la banca tradicional.
Ahora el FMI reconoce
que la banca en la sombra representa riesgos muy altos para el sistema
financiero dado que este sistema depende en gran medida de la
financiación a corto plazo. Si se desata un pánico financiero la banca
en la sombra puede sobrerreaccionar y generar un tsunami descomunal de
retiros de dinero en todo el sistema. Los 70 billones de dólares
(US$70.000.000.000.000) que maneja esta banca no están muy lejos de los
72 billones de dólares que alcanzo el producto interno bruto global el
año 2013. (...)
Aunque en un principio la banca en la sombra fue aceptada como una
bendición en países donde no existía abundancia de crédito y había
rigideces en las tasas de interés, ha terminado convirtiéndose en una
maldición y en un auténtico cáncer del sistema por su fuerte dependencia
del corto plazo.
Esta dependencia puede conducir a ventas forzadas de
activos y a una aceleración en el declive de los precios que, en el
actual entorno deflacionario, instalaría de nuevo la recesión. Es el
miedo que ahora presiente el FMI y que lo lleva a exigir, tardíamente,
"una mayor supervigilancia al sistema financiero", incluyendo a la banca
paralela.
Esto es porque la delgada linea que separa la banca en la
sombra de la banca tradicional puede desatar un auténtico pánico
bancario dado que esta banca al estar al margen de toda supervisión,
escaparía a los posibles mecanismos de contención de los bancos
centrales. El sistema se desmorona por completo, confirmando el
descrédito de las políticas monetarias y el fiasco de todas las medidas
que llevaron a la desregulación del sistema financiero y desataron la
crisis que se inicio hace siete años." (Marco Antonio Moreno, Blog salmón, 03/10/2014)
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