3.11.14

“Estás madurando María. Ha llegado la hora de que te busques otro trabajo”

"(...) La reforma laboral ha sido muy útil también para reforzar el poder empresarial. Veamos unos ejemplos concretos, que muchas veces son más elocuentes que los grandes análisis. 

En un Carrefour del centro de Madrid la cajera pedía que el cliente, después de pagar, apretara un botón (rojo, con una cara de enfado; o verde, con sonrisa) para valorar el trato recibido. Toda la relación mantenida con la cajera se había limitado al saludo inicial, colocar los productos en una cinta transportadora, pasarlos por un lector electrónico, dar la suma total y preguntar si se quería bolsa. 

Por ello, la duda que surge es ¿cuál es la función de apretar el botón?, ¿qué quieren que valoremos?, ¿una sonrisa de bailarina del follies bergere en una persona que quizá lleve 8 horas sentada ante una caja, haciendo un trabajo alienante y mal pagado? 

En realidad, ¿no será una forma más de presión de la empresa sobre la trabajadora, de un control estresante con el que la están recordando que su trabajo no está asegurado por la decisión de los clientes o de quién controle los resultados de la votación? 

Me parece demencial. Quizá porque la empresa sabe que la vulnerabilidad del trabajador es tal que cualquier percance que suponga la pérdida del empleo, por cutre que sea, puede meter a esa persona en un estadio de paro de larga duración. (...)

Por último, está el caso que conozco de una persona joven, formada, trabajadora y competente. Después de dejarse la piel en el trabajo, de conocer como su capacidad de iniciativa y de propuesta ha permitido abrir nuevas oportunidades de negocio, y tras acabar un máster se atrevió a plantear a la empresa que quizá deberían de reconocer su dedicación y formación.

 Solo pedía que la hicieran un contrato ordinario y abandonar la situación de becaria. La respuesta del responsable de la empresa fue: “Estás madurando María. Ha llegado la hora de que te busques otro trabajo”. Autoritarismo empresarial y reforma laboral, una bomba para los trabajadores que ha convertido el mercado de trabajo en un horror. (...)"             (Cuarto Poder, 30/10/2014)

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