" (...) ¿Cómo van a funcionar los presupuestos participativos?
Va a haber dos fórmulas. Una se enmarca dentro del proceso de
descentralización del Ayuntamiento. En cada Junta de Distrito, con el
tejido asociativo y los vecinos, se va a decidir el destino de una
partida presupuestaria, que va a ser mucho mayor que hasta ahora.
Ésta
va a ser una de las dos formas de democracia participativa en los
distritos, que tiene una capacidad limitada de producir nuevas
realidades, porque no es algo muy novedoso. Y luego están los
presupuestos participativos, como en Reykjavík o París, que es lo más
novedoso, aprovechando las herramientas digitales al máximo.
¿Cómo se va hacer para que la gente participe en los presupuestos?
No debe haber ningún requisito para la participación, que no debe
estar mediada a través de colectivos. Esto permite que la participación
sea masiva, de forma que la inteligencia colectiva se desate.
¿Con qué cifras se podría hablar de unos presupuestos participativos exitosos en Madrid?
A mí me gustaría que participaran un millón de personas. Eso sería como un sueño. Pero es difícil.
¿Qué porcentaje se decidiría en los presupuestos participativos?
No depende de mí, pero creo que voy a poder pelear un porcentaje
cercano al 5%. En Reykjavík se empezó así, en París se empezó así. Si
dependiera de mí, empezaríamos con un 15%.
Auditorías ciudadanas
También se ha planteado la participación en el tema de la deuda y la gestión económica. ¿Por qué es tan importante?
Cuando se dice auditoría ciudadana de la deuda, que es como un hype.
De lo que estamos hablando no es de que los auditores auditen y pongan
los datos en internet, sino de generar los mecanismos participativos
para que las personas, aunque no sean expertas en economía, puedan tomar
parte de las decisiones políticas.
Al auditar y ver lo que ocurre hay
un componente político muy importante. Ahora mismo estamos en el proceso
de diseño de mecanismos participativos que permitan que las millones de
personas que están pagando esa deuda y que han pagado los impuestos y
han sufrido los grandes despilfarros y que están pagando los intereses
de esta deuda en los mercados financieros puedan ver todo lo que ha
ocurrido y decidir qué se hace.
Estamos hablando de transparencia...
No, transparencia y decisión. Después de 24 años de Gobierno del PP
emitiendo deuda, firmando grandes obras, con todos los escándalos de
corrupción, nos vamos a encontrar con cosas de dudosa legalidad y con
deuda ilegítima, con condiciones en las que se ha emitido deuda que son
ilegales y otras que no son ilegales pero que son muy discutibles.
Hay
que decidir de manera colectiva qué se hace con esa deuda. ¿Por qué es
tan importante que sea participativo? Porque le da una legitimidad al
proceso. No puede ser que llegue un nuevo representante a la institución
y decir “la deuda que emitieron los anteriores me la paso por el arco
del triunfo”.
Transparencia
¿Qué se puede hacer para que la deuda y la gestión económica, pasada y presente, sea transparente?
Es muy fácil. No hay que inventar la rueda. Hay que recurrir a las
prácticas que han demostrado que frenan la corrupción. Para empezar, lo
más importante es el tema de la contratación.
La gente debe poder
acceder a toda la contratación y a la ejecución, porque muchas veces
sucede que se contratan cosas, pero luego el servicio no se presta: todo
el proceso de adjudicación fue muy limpio, pero fue a cambio de nada.
Toda la burocracia que se genera debe estar a disposición de la gente
para que pueda hacer el seguimiento.
¿Qué se puede hacer en un año?
Aunar datos y transparencia en un gran portal que permita volcar casi
todo lo que se genera de información pública, generar las huellas
legislativas y publicarlas, es decir, todo el proceso hasta que se
aprueba una ley, qué reuniones, con qué lobbies, qué pasos ha llevado,
por qué mesas ha pasado...
Un registro de lobbies, es decir, que tú como
concejal puedes reunirte con quien quieras, pero antes tiene que darse
de alta en un registro de lobbies, para que tú puedas ver qué intereses
tiene, y por otro lado, el concejal debe publicar su agenda: me voy a
reunir con este con el otro …
A esto se suma las obligaciones del código ético, la declaraciones de
bienes... Se sabe que funciona para prevenir la corrupción que la gente
que entra en política diga cuáles son sus propiedades a entrar y diga
cuáles son sus propiedades al salir."
(Entrevista a Pablo Soto, concejal de Participación de Madrid, Martín Cúneo Diagonal, 17/06/15)
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