18.6.15

Carmena introducirá los presupuestos participativos en Madrid. Transparentes... la gente accederá a toda la contratación y a la ejecución de los servicios

" (...) ¿Cómo van a funcionar los presupuestos participativos?
Va a haber dos fórmulas. Una se enmarca dentro del proceso de descentralización del Ayuntamiento. En cada Junta de Distrito, con el tejido asociativo y los vecinos, se va a decidir el destino de una partida presupuestaria, que va a ser mucho mayor que hasta ahora. 

Ésta va a ser una de las dos formas de democracia participativa en los distritos, que tiene una capacidad limitada de producir nuevas realidades, porque no es algo muy novedoso. Y luego están los presupuestos participativos, como en Reykjavík o París, que es lo más novedoso, aprovechando las herramientas digitales al máximo.
¿Cómo se va hacer para que la gente participe en los presupuestos?
No debe haber ningún requisito para la participación, que no debe estar mediada a través de colectivos. Esto permite que la participación sea masiva, de forma que la inteligencia colectiva se desate.
¿Con qué cifras se podría hablar de unos presupuestos participativos exitosos en Madrid?
A mí me gustaría que participaran un millón de personas. Eso sería como un sueño. Pero es difícil.
¿Qué porcentaje se decidiría en los presupuestos participativos?
No depende de mí, pero creo que voy a poder pelear un porcentaje cercano al 5%. En Reykjavík se empezó así, en París se empezó así. Si dependiera de mí, empezaríamos con un 15%.

Auditorías ciudadanas

También se ha planteado la participación en el tema de la deuda y la gestión económica. ¿Por qué es tan importante?
Cuando se dice auditoría ciudadana de la deuda, que es como un hype. De lo que estamos hablando no es de que los auditores auditen y pongan los datos en internet, sino de generar los mecanismos participativos para que las personas, aunque no sean expertas en economía, puedan tomar parte de las decisiones políticas.

 Al auditar y ver lo que ocurre hay un componente político muy importante. Ahora mismo estamos en el proceso de diseño de mecanismos participativos que permitan que las millones de personas que están pagando esa deuda y que han pagado los impuestos y han sufrido los grandes despilfarros y que están pagando los intereses de esta deuda en los mercados financieros puedan ver todo lo que ha ocurrido y decidir qué se hace.
Estamos hablando de transparencia...
No, transparencia y decisión. Después de 24 años de Gobierno del PP emitiendo deuda, firmando grandes obras, con todos los escándalos de corrupción, nos vamos a encontrar con cosas de dudosa legalidad y con deuda ilegítima, con condiciones en las que se ha emitido deuda que son ilegales y otras que no son ilegales pero que son muy discutibles. 

Hay que decidir de manera colectiva qué se hace con esa deuda. ¿Por qué es tan importante que sea participativo? Porque le da una legitimidad al proceso. No puede ser que llegue un nuevo representante a la institución y decir “la deuda que emitieron los anteriores me la paso por el arco del triunfo”.

Transparencia

¿Qué se puede hacer para que la deuda y la gestión económica, pasada y presente, sea transparente?
Es muy fácil. No hay que inventar la rueda. Hay que recurrir a las prácticas que han demostrado que frenan la corrupción. Para empezar, lo más importante es el tema de la contratación. 

La gente debe poder acceder a toda la contratación y a la ejecución, porque muchas veces sucede que se contratan cosas, pero luego el servicio no se presta: todo el proceso de adjudicación fue muy limpio, pero fue a cambio de nada. Toda la burocracia que se genera debe estar a disposición de la gente para que pueda hacer el seguimiento.
¿Qué se puede hacer en un año?
Aunar datos y transparencia en un gran portal que permita volcar casi todo lo que se genera de información pública, generar las huellas legislativas y publicarlas, es decir, todo el proceso hasta que se aprueba una ley, qué reuniones, con qué lobbies, qué pasos ha llevado, por qué mesas ha pasado... 

Un registro de lobbies, es decir, que tú como concejal puedes reunirte con quien quieras, pero antes tiene que darse de alta en un registro de lobbies, para que tú puedas ver qué intereses tiene, y por otro lado, el concejal debe publicar su agenda: me voy a reunir con este con el otro …

A esto se suma las obligaciones del código ético, la declaraciones de bienes... Se sabe que funciona para prevenir la corrupción que la gente que entra en política diga cuáles son sus propiedades a entrar y diga cuáles son sus propiedades al salir."

(Entrevista a Pablo Soto, concejal de Participación de Madrid, Martín Cúneo  Diagonal, 17/06/15)

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