"El sistema financiero griego está a punto de implosionar por completo y
esto significará el inevitable impago de la deuda soberana griega, como confirmó ayer
el Banco Central de Grecia, lo que puede significar la salida del país
Heleno de la zona euro.
El fantasma de este acontecimiento ha acorralado
a Europa para mantener a Grecia en la zona euro a toda costa, y en este
juego forzado los líderes de la troika han vivido su día de la marmota
desde al año 2010.
En estos cinco años la troika ha elaborado numerosas
cabriolas para reducir la tensión de la crisis griega, pero todo ha sido
externo y artificial. Nada ha llegado a la raiz del problema. La deuda
griega, impagable, ha sido justamente el tema más esquivado por los
líderes europeos.(...)
Ahora Europa enfrenta la inminente reestructuración (y recortes) de la deuda griega.
La falta de voluntad que ha ceracterizado a la UE para resolver la crisis griega puede desembocar a la larga en la salida de Grecia de la zona euro. Este hecho podría arrastrar a Europa, y al mundo, a una nueva crisis financiera de insospechadas consecuencias, Sin embargo, este escenario, después del shock inicial, podría significar una bendición para Grecia.
La falta de voluntad que ha ceracterizado a la UE para resolver la crisis griega puede desembocar a la larga en la salida de Grecia de la zona euro. Este hecho podría arrastrar a Europa, y al mundo, a una nueva crisis financiera de insospechadas consecuencias, Sin embargo, este escenario, después del shock inicial, podría significar una bendición para Grecia.
Mucho de lo que los líderes europeos han intentado ocultar
manteniendo a Grecia dentro del euro a la fuerza, es justamente el hecho
de que una salida de Grecia del euro la puede hacer volver a la
prosperidad económica.
Se olvida que Grecia es potencia mundial en
transporte marítimo y turismo, entre otras cosas. Grecia podría
recuperarse rápidamente y esta sola idea resulta letal para los líderes
europeos: Otros países europeos podrían seguir ese ejemplo, como Italia,
España y Portugal, que cuentan historias muy similares a la de Grecia. (...)
A lo largo de estos cinco años de devastación y socavamiento de
Grecia, la Troika ha implantado las más nefastas políticas de austeridad
para que el país "entre a la realidad del euro". La receta de estos
draconianos planes de recortes y disminuciones de empleos y salarios
terminaron hundiendo más al país y ni siquiera el informe de Olivier
Blanchard, del propio FMI, que reconocía que la institución había
subestimado los multiplicadores fiscales, dieron luces a la troika para
revertir el camino e iniciar la recuperación griega.
La arquitectura inepta del euro se ha sumado así a la estructura
fraudulenta del dólar, haciendo que todo el sistema financiero mundial
camine sobre hielo. Por algo Estados Unidos está tan nervioso con el
tema griego. El propio presidente Obama ha pedido a Angela Merkel mantener a Grecia dentro del euro para forzar el cerco de la OTAN contra Rusia.
Para la primera potencia mundial sería un duro revés que Grecia se
salga del euro, acepte el apoyo financiero de Rusia y entre a formar
parte de los países Brics.
En estos cinco años, Grecia ha defendido la idea de que la deuda es
odiosa, y que gran parte de ella fue promovida por dictaduras e
intereses ilegítimos, que no respondían a los intereses del pueblo
heleno. Pero Europa ha hecho oidos sordos al clamor griego de
reestructurar la deuda y hacer quitas a la deuda pese a que la gran
mayoria de esta deuda es con el Banco Central Europeo y el Fondo
Monetario Internacional.
Ambos organismos están atrapados en razones
legales y políticas para cerrar el cerco a Grecia. Sin embargo, como la
presencia de Grecia en la zona euro tiene un rango estratégico, estas
dos instituciones deberán bajar la presión y facilitar una
reestructuración de la deuda griega en términos razonables.
La economía europea estaría hoy en mucho mejor pie si no hubiese
insistido en forzar a Grecia, España, Italia y Portugal a grandes
depresiones y alto desempleo con los planes de austeridad. (...)
Como la situación griega está llegando al punto límite, puede que avance
en forma vertiginosa la idea de un segundo euro para Grecia. Hasta
Wolfgang Schauble, el ministro alemán de finanzas, ha accedido a la
posibilidad de crear un euro paralelo para Grecia, que significaría en
la práctica una nueva moneda indexada a una fracción del euro original.
Algo así como un dracma camuflado, pero con la palabra "euro". Este
hecho iría acompañado de una quita importante de la deuda. (...)
El desafío de Grecia es mostrar que eliminar una parte de la deuda no
solo será saludable para el futuro heleno, sino también para el resto de
Europa. Si se quita la presión a Grecia y se reestructura su deuda la
pesadilla del "Grexit" podría quedar olvidada." (Marco Antonio Moreno , El blog salmón, 18/06/2015)
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