22.2.16

Las deudas públicas descontroladas colapsan la salida de la crisis. En España el segundo capítulo de gasto, después de la sanidad, es el pago de los intereses de la deuda

"La deuda pública de más de 35 billones de dólares de las economías del G7, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EEUU, en conjunto supone un 100% del PIB, equivalente a la mitad del PIB mundial. Sólo la deuda americana comporta el 24% del total, parecida al 23% de la zona euro. 

Por cada 1% de intereses que se pagan de la deuda, los países de la eurozona y EEUU transfieren al sistema financiero 350 mil millones de dólares, más o menos el total de la deuda griega. Desde el año 2000 se multiplicó por 2. Creció desde entonces a un ritmo del 8,5% anual

En América Latina y Asia desarrollada la deuda supone el 50% y 44% del PIB respectivamente. Son los países y las regiones avanzadas de la economía mundial, y no los emergentes, las más colapsadas por las deudas. 

Más sangrante es el problema para los países periféricos vinculados a las economías centrales, que como Grecia están atrapados en la deuda y en la unión monetaria. El 2,5%, entre comisiones e intereses, que Grecia paga a los mercados financieros supone unos 8 mil millones de euros, dos veces su déficit anual. 

Con la mitad, esto es si los intereses bajaran el 1% Grecia podría cuadrar y renegociar la condicionalidad del rescate con la Troika y frenar la sangría de ajustes que atenazan a la empobrecida población griega. El alivio de la deuda permitiría al gobierno aplicar el programa con que se presentó a las elecciones y ganó.

 En España el segundo capítulo de gasto, después de la sanidad, es el pago de los intereses de la deuda. Según el último informe del ministerio de economía las deudas están en el entorno del 100% del PIB: un billón de euros. 

El tipo de interés medio del saldo vivo de la deuda pública española es aproximadamente del 3,5%. Se pagan unos 35 mil millones de euros al año en intereses. 

La vida media de la deuda española es de 6 años y medio, y si los tipos de interés suben, EEUU ya lo ha hecho este último mes de diciembre, los gastos financieros crecerán inmediatamente. No hay margen presupuestario para reducirla, todos los años se emite deuda para renovar la que vence y los inversores exigirán más rentabilidad. (...)

La Gran Deuda ¿Impagable?

La expansión del sistema financiero mundial de las últimas cuatro décadas acabó en un extraordinario colapso entre 2007 y 2008. La quiebra bancaria de EEUU y Europa trajo la Gran Recesión y ésta condujo a la Gran Deuda pública. Los bancos al quebrar generalizan un efecto contractivo, “dominó”, de pánico financiero descontrolado y de alarma social. 

El salvataje público de la banca tradicional o comercial de los países desarrollados fue para no provocar una crisis sistémica. La Gran Deuda fue el resultado de las ayudas dispuestas al rescate del sistema financiero y de la consiguiente caída de ingresos fiscales. 

La “tormenta perfecta” se consumó con la “Gran Recesión” que incrementó los gastos en seguros de desempleo y otras ayudas sociales, y el aumento del gasto en pensiones provenientes de masas ingentes de trabajadores prejubilados.

Las ayudas a los bancos y las recapitalizaciones han estabilizado los balances de los grandes bancos “sistémicos”. Sin embargo, la industria financiera no ha dejado de crecer y concentrarse: 10 empresas financieras gestionan una cartera de fondos de inversión de 19 billones de dólares, el 25% del PIB mundial y el mercado de derivados alcanzó un saldo, astronómico de 700 billones de dólares, casi 7 veces el PIB mundial.

Ni la aplicación de políticas de austeridad y de estímulos cuantitativos a través de inyecciones de liquidez vía compra de deuda pública podrá relanzar el crecimiento económico sostenido. Al contrario, las políticas de “quantitative easing” están alimentando especulativamente el mercado bursátil y de emisiones corporativas de bonos empresariales. 

El recorte de la deuda y el control de las finanzas son ineludibles para que la economía capitalista pueda funcionar. La economía real, la que demanda trabajo y paga salarios, crea consumo y actividad productiva sólo podrá activarse si se aplican políticas redistributivas entre el capital y el trabajo, o lo que es lo mismo: que recorten drásticamente el volumen y el poder del capital financiero en circulación."             (Rodolfo Rieznik. Economistas sin Fronteras, en Attac Madrid, 03/02/16)

No hay comentarios: