15.10.18

Grosske: milito en Izquierda Unida desde hace 34 años... ha llegado el momento en que pienso que lo más honesto por mi parte es darme de baja en IU... el que, hace un mes, en el máximo órgano de dirección de IU, un destacado dirigente de de la organización manifestara que “Errejón es el nuevo Carrillo”... nos da una idea de los vientos que corren en la dirección federal...

"Milito en Izquierda Unida desde hace 34 años,  le he dedicado muchísimas horas y  muchos esfuerzos pero, aún así, es mucho más lo que ella me ha dado a mí.

Me  ha  abierto la puerta a muchas experiencias, ha confiado en mí para formar parte de la dirección de IU y de EUIB y  también me ha permitido trabajar en diferentes instituciones de Baleares ( a veces en el gobierno y a veces en en la oposición). Lo más importante, sin embargo, es que me ha permitido conocer a muchísimas personas capaces, honestas y valientes

A pesar de todo ello, ha llegado un momento en el que pienso que lo más honesto por mi parte es darme de baja en IU y, al mismo tiempo, dejar constancia en este escrito de las razones que me han llevado a tomar esta esta difícil decisión. (...)

La línea política implementada por la actual dirección adolece de un vicio mayor: la pérdida de contacto con la realidad, el desprecio por un concepto tan esencial como la correlación de fuerzas (medir con objetividad tu propia fuerza y la de tus adversarios) y, en definitiva, la falta de una estrategia y una táctica útiles para avanzar.

El avance espectacular de la derecha y la extrema derecha en Europa y en el mundo no debe hacernos renunciar a ninguno de nuestros valores ni de nuestros objetivos estratégicos (proceso constituyente, movilización social, etc.) pero sí que nos obliga a hacer un discurso inclusivo y a tejer una política de alianzas amplia que nos permita tener algunas posibilidades de éxito a la hora de hacer frente al tsunami ultraconservador.

IU ha hecho todo lo contrario: ha radicalizado el discurso; ha trazado fronteras con enemigos internos  tanto muertos (Carrillo) como vivos (Llamazares); ha trazado fronteras con el PSOE  en tanto que lo considera parte del “bloque monárquico y antidemocrático del 155” y del “régimen del 78” (una manera fina de expresar el famoso PSOE-PP la misma mierda es) y, a diferencia de Podemos,  se sitúa como “oposición”  al actual gobierno de Pedro Sánchez (no como parte de una mayoría parlamentaria).

Que hace un mes, en el máximo órgano de dirección de IU, un destacado dirigente de de la organización manifestara  que  “Errejón es el nuevo Carrillo” y que a Pablo Iglesias parece que le está tentando eso de ser la figura de “hombre de Estado” que en su día fue Carrillo, nos da una idea de los vientos que corren en la dirección federal

En este sentido,  el rumbo marcado hace unos meses en el Congreso del Partido Comunista de España  (un partido que ha recuperado protagonismo en la marcha de IU y de cuya dirección forma parte Alberto Garzón) no está ayudando, precisamente,   a superar nuestro divorcio con la realidad. (...)

Por último, y llegado el caso, me ofrezco a limpiar la sede o a hacer otros trabajos auxiliares  de cualquier fuerza política de izquierdas e independiente  que recupere los valores y lo mejor de la cultura política de IU; que huya del dogmatismo; que esté dispuesta a llegar a acuerdos con otros sobre la base exclusiva del programa; que sea honesto en sus análisis y renuncie construir relatos para galvanizar a sus posibles electores; que valore al movimiento sindical y al conjunto de los movimientos sociales como un factor esencial para el cambio; que no prometa lo que no puede cumplir; que haga política para la gente y no para el propio partido y, lógicamente, que funcione internamente de acuerdo con los principios de la democracia, la participación y el debate colectivo
Amén"                       (grosske, IU, la izquierda unida y más, 03/10/18)

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