"El antropólogo Jaime Palomera llegó al Sindicat de Llocaters de
Barcelona buscando ayuda como inquilino, cuando le anunciaron que le
subían un 30% la renta mensual. Año y medio después ejerce como portavoz
de esta organización nacida al calor de lo que Palomera califica, sin
duda, como burbuja del alquiler.
Muy crítico con la Ley de Arrendamientos Urbanos aprobada por el PP en
2013 que redujo de cinco a tres años la longitud de los contratos y con
los incentivos fiscales a las socimis que comenzaron en 2012 , Palomera
censura también algunas medidas apuntadas por el Gobierno del PSOE para
resolver el problema de vivienda, sobre todo las que implican
bonificaciones a los propietarios. En otros casos, como la prohibición
de vender vpo a fondos buitre, lo considera una "medida básica".(...)
"El PSOE sigue teniendo entre ceja y ceja un modelo de
vivienda en propiedad. El reto es hacer del alquiler un modelo digno y
estable y elevar los contratos de 3 a 5 años no es dar estabilidad",
advierte Palomera. De lo contrario, y "si el PSOE no toma medidas valientes", cree que "vamos a otra burbuja hipotecaria".
Dos de las principales soluciones
que defiende son los alquileres no reversibles salvo necesidad personal
del propietario y el establecimiento de precios máximos de subida de la
renta, con multas incluidas para los caseros que lo incumplan.
Una de las medidas que ha anunciado el Gobierno es que se va a prohibir la venta de vpo a fondos buitre ¿es suficiente? ¿lo esperaban?
Es una medida básica de partida. Es un problema que no solo sucede en España, es global. (...)
El problema de los fondos buitre es que están penetrando
especialmente en el mercado privado, sobre todo desde que se legislaron
en 2012 las socimis que ya había creado el PSOE. Estos vehículos de
inversión en alquiler no pagan Sociedades, prácticamente no pagan
impuestos.
Esto distorsionó totalmente el mercado de la vivienda, puso
una alfombra roja a fondos oportunistas de todo el mundo para que
empezaran a adquirir enormes paquetes de vivienda en todo el estado,
especialmente en grandes ciudades, y destinarlo al alquiler.
Tienen una
ventaja competitiva que no tiene ningún otro actor que hace que para
ellos siempre sea un win win ese tipo de
inversión. Al no pagar impuestos los beneficios de partida son mucho más
elevados que los de cualquier otra empresa pero además con eso están
recalentando el mercado, son la punta de lanza del mercado
inmobiliario.
Efectivamente, parece que no está en la agenda cambiar la tributación de las socimis.
Hasta ahora el Gobierno evita mencionar este régimen tributario
totalmente injusto. No han hecho ninguna declaración pública en ninguna
entrevista en la que admitan que esto es un problema. (...)
El Gobierno evita hablar de uno de los principales
problemas que tenemos, que son los privilegios fiscales otorgados a los
fondos buitre que lo que están haciendo es hinchar la burbuja sin ningún
límite. Uno de los indicadores más claros de la burbuja es la inflación de socimis
en bolsa. En dos años se ha pasado de contarlas con los dedos de una
mano a que pasen de las 60.
Lo que hacen es al controlar miles de
viviendas hacen subidas sistemáticas de precio, siempre por encima de la
media, y con eso empujan los precios al alza. Son influencers inmobiliarios que lo que hacen es marcar nuevos precios de referencia. Las investigaciones sobre Blackstone
nos muestran que allá donde tienen viviendas siempre están, por norma
general, por encima del precio medio, independientemente de la calidad.
Porque un fondo buitre se puede permitir poner los precios más elevados
que el pequeño propietario, porque puede tener esa vivienda fuera de
mercado y a la larga lo que está haciendo es generar un efecto arrastre,
una especie de profecía autocumplida.
También se ha anunciado que se elevarán las sanciones para particulares que especulan con vpo.
En este país tenemos el dudoso honor de haber inventado la vivienda
protegida privatizada. La vivienda que se construye con dinero público
debería serlo siempre y a disposición de quien más necesidad tenga de
una vivienda a precio asequible. Pero lo que se lleva haciendo desde los
años 60 es construir vivienda protegida con dinero público que al cabo
de unos años deja de ser protegida y pasa a ser propiedad de la familia a
la que se adjudicó esa vivienda.
No solo estamos perdiendo millones y
millones de dinero público sino que además estamos alimentando
burbujas.
Si desde los años 60 toda la vivienda
protegida que se ha construido aún lo fuera hoy, en ciudades como
Barcelona el 40% de la vivienda sería pública. En toda España, 7
millones de hogares.
Otro anuncio ha sido la puesta en disposición de 22.000 viviendas de alquiler social.
Es una cifra irrisoria, totalmente ridícula. En Barcelona hay
programadas 4.000 viviendas, y nos parece totalmente insuficiente,
imagínate 22.000 para todo el estado.(...)
En relación con la vivienda vacía,
parece que quieren facilitar su salida al mercado ¿qué os parecen las
medidas que se vienen proponiendo, como diferenciar entre las que son de propietarios particulares y sociedades?
La mejor manera de poner viviendas vacías a disposición de la gente es
forzar a los grandes propietarios, y a la banca, a hacerlo. Y eso solo
se consigue con multas contundentes. Hay que dar la posibilidad a todas
las administraciones a aplicar multas con diligencia. Vivimos en un país
donde desde 2008 se ha desahuciado a 700.000 familias y donde en 2011,
según el INE, había 3,5 millones de viviendas vacías. Es una situación
desastrosa, inaceptable y vergonzosa. (...)
También se está estudiando cómo afrontar el problema de la vivienda turística. ¿Qué te parece la idea de que las comunidades de vecinos puedan vetarlas con mayoría de tres quintos?
El problema es que están hablando de vetar las nuevas y el problema lo
tenemos con las viviendas turísticas existentes. Aunque puede parecer
una medida con buena intención tenemos un cáncer ya extendido en las
principales ciudades del país que hay que revertir.
Significa dar
capacidad a los ayuntamientos ya no solo de parar el crecimiento de
viviendas turísticas, sino de empezar a mitigarlo. Los miles y miles de
licencias turísticas que sobre todo grandes propietarios en las grandes
ciudades han ido acumulando han generado un efecto inflacionario y han
hecho aumentar los precios del alquiler en general, generando un daño
enorme a la convivencia vecinal.
Se ha hablado asimismo de la posibilidad de dar incentivos fiscales a
propietarios que pongan la vivienda por debajo de determinado tope.
Esto es incomprensible, porque si miramos lo que hacen otros países a
la hora de regular los incrementos de precio lo que vemos que lo que se
aplican son multas. En Berlín o se multa al propietario que supera un
determinado límite con multas de hasta 100.000 euros o bien se prohíbe
directamente la subida en determinadas zonas. En el centro de Berlín
directamente está prohibido.
Siempre pongo el ejemplo
del propietario que tiene que cerrar el bar a las 2 de la mañana porque
si no se expone a una multa. No le damos un incentivo fiscal para que
lo cierre de forma voluntaria. Lo mismo con las multas de tráfico, no se
nos ocurre incentivar fiscalmente a la gente para que no supere un
límite de velocidad. Con la vivienda, la función social se tiene que
hacer cumplir, lo dice la Constitución.
El PSOE se empeña en dar incentivos fiscales de todo
tipo que son por una parte ineficientes (las bonificaciones fiscales a
los propietarios no van a compensar lo que pueden obtener aumentando el
precio). En segundo lugar, son insostenibles, se dice que
los presupuestos tienen que cuadrar y se está planteando que entre toda
la ciudadanía bonifiquemos a los propietarios de todos los tamaños.
También se quiere modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en lo que se refiere a la longitud de los alquileres, que van a volver a ser de cinco años, en lugar de tres.
Dar estabilidad al alquiler es un eje central. Ahora se está hablando
mucho de vivienda por cuestiones coyunturales de subida de precios, pero
hay un tema estructural, que es la inseguridad de los alquileres.
Es
consecuencia de los contratos de tres años, pero tampoco era mucho menor
con los de cinco años. Con la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de
1994 pasaba como ahora (la actual es de 2013), cuando pasaban los cinco
años el propietario podía acabar con el alquiler con facilidad. Esto
generaba que muchas personas que estaban bien de alquiler optaran por
endeudarse para comprar.
Si queremos cambiar el
modelo y que no esté basado en la vivienda en la propiedad y el
endeudamiento por encima de nuestras posibilidades, tenemos que hacer
del alquiler una opción de vida estable y segura. Esto sería cambiar el
modelo de vivienda que se lleva haciendo desde los años 60: hacer de la
vivienda en propiedad la única forma aparentemente segura y estable de
acceder a un techo.
Comprar sigue siendo la opción mayoritaria para quien puede permitírselo para evitar los problemas del alquiler.
Uno de los tópicos en España es que el alquiler es de la época de
juventud y al tener una familia la opción debe ser endeudarse y comprar.
Lo que aprendimos en 2007–2008 es que es un modelo volátil y
catastrófico: una parte muy importante de la población acaba
participando en burbujas inmobiliarias que nos condenan a crisis
gravísimas.
El PSOE sigue teniendo entre ceja y ceja
un modelo de vivienda en propiedad. Y si no toman medidas valientes,
esta burbuja del alquiler va a desembocar en otra burbuja hipotecaria.
El reto es hacer del alquiler un modelo digno y estable. Cuando nos
responden que lo van a hacer con contratos de cinco años como sinónimo
de estabilidad…en los años 90 pasaba lo mismo.
El alquiler era inseguro
porque a diferencia con países como Alemania y Francia donde el alquiler
se renueva salvo que el propietario lo necesite por motivos personales o
familiares, aquí se puede expulsar al inquilino sin ningún tipo de
justificación, en general para especular o convertirlo en una vivienda
turística. Esto sería un cambio estructural en el modelo de vivienda.
¿Este tipo de contratos no atemorizaría al propietario?
La mayoría de los propietarios, que tienen dos o tres viviendas en
propiedad, las utilizan para complementar un ingreso y quieren
estabilidad. ¿Quién puede quitar viviendas del mercado del alquiler
cuando ve amenazados sus intereses? Sobre todo los grandes propietarios.
En Francia o Alemania estos contratos no han sido un impedimento para
tener un mercado del alquiler dinámico. Renuevan salvo por interés
familiar del propietario y regulan las subidas. Esto garantiza la
función social de la vivienda.
¿Ve realmente posible este cambio de paradigma en España?
El negocio hipotecario es fundamental para las entidades financieras y
en parte para el sector inmobiliario, que donde hace el gran negocio es
en la compraventa. Conceder préstamos hipotecarios es fundamental para
los bancos, y están deseosos por volver a hacerlo.
Cuando decimos que hay que estabilizar el alquiler estamos haciendo una
enmienda a la mayor al modelo de vivienda basado en la propiedad y la
deuda, pero también a una de las bases materiales de la industria
inmobiliaria y financiera: la venta y la concesión de préstamos
hipotecarios. Hablamos de un cambio de paradigma.
Pero el problema es
que es la única alternativa, lo otro nos lleva de la burbuja de
alquileres actual a unos niveles de endeudamiento familiar
insostenibles. Un modelo de alquiler tan precario como el actual empuja a
muchas familias a hipotecarse de nuevo por encima de sus posibilidades.
Hablamos de la sostenibilidad del sistema social."
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