18.10.18

Hoy, respaldadas por los gobiernos y bancos centrales más poderosos del mundo, las instituciones financieras privadas globalizadas son demasiado grandes para venirse abajo y sus jefes demasiado grandes como para meterlos en la cárcel. Así que no, el mundo no está seguro. Hasta que no se gestione y dirija la creación de crédito hacia la actividad productiva, no especulativa…podemos esperar que se hinchen volúmenes impagables de deuda

"Las lecciones no se han aprendido. La crisis se manifestó como forma de consolidación del orden financiero global existente. Hoy los negocios van mejor que de costumbre para los banqueros, respaldados en buena medida por las garantías de los gobiernos y la largueza de los bancos centrales. 

Ha habido algún remiendo en los márgenes del sistema bancario tradicional. Los reguladores indicaron a los bancos que retuvieran más capital para contrarrestar los riesgos que tomaban. Pero se hizo muy poco por restringir los riesgos que se toman o por regular el sistema bancario opaco últimamente en expansión.

Hoy, respaldadas por los gobiernos y bancos centrales más poderosos del mundo, las instituciones financieras privadas globalizadas son demasiado grandes para venirse abajo y sus jefes demasiado grandes como para meterlos en la cárcel. 

Así que no, el mundo no está seguro.

Hacer seguro el mundo exigirá que los gobiernos democráticamente elegidos se responsabilicen de gestionar el sistema financiera ahora globalizado, en lugar de dejar la gestión de esa sistema a los especuladores autorregulados egoístas de los mercados de capital globales. 

Es de la máxima importancia la gestión de los flujos de capital transfronterizos, la tasa de cambio, la creación de crédito y la tasa de interés aplicada en todo el espectro de préstamos. 

Hasta que no gestionen los flujos transfronterizos reguladores que rindan cuentas democráticamente, no será posible gravar fiscalmente a las grandes empresas que operan más allá de la jurisdicción de la democracia regulatoria. 

Hasta que no gestionen los bancos centrales los tipos de cambio, la volatilidad y los desequilibrios financieros y comerciales seguirán acosando a los gobiernos. 

Hasta que no se gestione y dirija la creación de crédito hacia la actividad productiva, no especulativa…podemos esperar que se hinchen volúmenes impagables de deuda. 

A menos que los bancos centrales carguen con la responsabilidad de gestión de la tasa de interés en todo el espectro de préstamos, podemos esperar que los emprendedores se encuentren con que resulta inasequible pedir préstamos para una inversión productiva y a largo plazo.

Keynes enseñó esas lecciones después de la Gran Depresión. Para impedir otra crisis, que vuelvan la teoría monetaria y las medidas políticas de Keynes."                  

(Ann Pettifor , directora de PRIME (Policy Research in Macroeconomics – Investigación de Políticas Macroeconómicas) y miembro de la New Economics Foundation. Sin Permiso, 19/09/18)

No hay comentarios: