"La irrupción de VOX en Vistalegre, la victoria de Bolsonaro
en Brasil en la primera vuelta de sus elecciones presidenciales y el
avance de partidos de extrema derecha en Europa ha generado en muchas
personas progresistas el pasado fin de semana (6 y 7 de Octubre) toda
una reflexión e incluso miedo en el horribilis y fatídico 7 de Octubre.
Ha irrumpido incluso cierto temor y ante un o una fascista lo último a
demostrar es miedo.
El avance de la extrema derecha se está produciendo
de forma lenta pero inexorable y su gran trampolín no son sino las
medidas tomadas por el establishment y sus políticos, la presión de las
grandes multinacionales y las grandes fortunas al objeto de que la
crisis capitalista de 2007 la pagásemos la clase trabajadora, dentro de
ella los humildes, las pensionistas y los pensionistas, las y los
pobres, las mujeres empobrecidas doblemente y el nuevo precariado que es
su creación más importante.
La laminación del estado del bienestar su
exigencia, al objeto de rescatar a bancos y a grandes empresas y encima
rebajarles los impuestos a banqueros, ricos y un montón de
multinacionales que ni siquiera tributan o lo hacen desde paraísos
fiscales nos ha devuelto la extrema derecha.
La crisis ha popularizado
otros inventos como la economía colaborativa que no es sino la forma más
cruel y descarnada de capitalismo, con la “uberización” económica que
la debilidad sindical y el miedo, el miedo a todo cuando muchas personas
no saben si el mes que viene podrán pagar el atraco consentido del
recibo de la luz o llenar la nevera o poder pagar el alquiler.
Pero es
que los políticos del sistema también tienen miedo y se lo tienen a los
poderosos y a los que de verdad mandan que son los capitalistas.
Las crisis económicas capitalistas por otro lado siempre han hecho florecer los nacionalismos totalitarios y los fascismos. Los racismos y el miedo.
De eso se benefician los ricos y las grandes empresas, pues los
populismos siempre buscan otros enemigos, jamás los causantes reales,
como son los inmigrantes, otras razas o religiones, los partidos
políticos y los políticos electos, los sindicatos, incluso ahora en
variante fascista del reino de España, para VOX, las mujeres. (...)
Pero los fascismos siempre tienen cómplices en las derechas civilizadas y
bien pensantes. Les hacen el trabajo sucio y encima engañan a personas
que no sueñan con que las cosas puedan cambiar. Es el miedo lo que lleva
a las clases populares a votar extrema derecha y la inexistencia de
ideas en la contraparte. (...)
Está muy estudiado, que la propuesta del partido demócrata de en los EE.UU de presentar a Hilary Clinton haciendo incluso pucherazo contra Sanders le llevó a la derrota, pues sectores obreros que apoyaban al senador socialista, prefirieron no votar o hacerlo a Trump antes que a la pija corrupta, demócrata. En Brasil también se ha pagado muy caro no presentar a Lula,
en este caso han sido los corruptos jueces y la derecha corrupta los
que han encarcelado al líder obrero y socialista para dejar al PT sin
alternativa creíble.
En ambos casos el sistema impide articular una
respuesta progresista y socialista y en ambos casos avanza el fascismo.
Pero es que recientemente incluso en la meca de la socialdemocracia,
Suecia, la extrema derecha avanza ante un partido socialdemócrata
carente de ideas y que ha renunciado a sus postulados más ilusionantes y
a sus referencias del siglo XX. Aceptar las políticas de austeridad que
la UE impone es facilitar el ascenso de la extrema derecha, sea en Alemania, Suecia, Francia, Italia… España.
No ver que la extrema derecha avanza sobre una Unión
Europea obsesionada con la austeridad, la deuda e imponiendo techos de
gasto, han convertido a la UE en bastión neoliberal mundial y tonta de
remate e inútil a la hora de defender los derechos de su agricultura, su
industria, su comercio, los derechos de sus clases trabajadoras y su
propio acervo legislativo favoreciendo a las multinacionales. Es
indignante e indigna a las clases populares y no verlo es favorecer el
fascismo.
Pero el fascismo de se puede frenar ¿Quién habla ya del UKIP en Gran Bretaña? Gracias Corbyn.
El nuevo socialismo anglosajón está consiguiendo que
se vuelva a hablar de socialismo, en los barrios obreros y populares de
los EE.UU no son fascistas lo que surgen, sino candidatas socialistas
del DSA que poco a poco avanzan. Lo hacen porque tienen un programa
socialista y el trumpismo está teniendo una fuerte respuesta popular por
parte de las mujeres y sectores importantes las clases trabajadoras.
Cuando el estado del bienestar se debilita y esto es
lo que imponen ricos y multinacionales, las ayudas sociales y los
servicios públicos se debilitan y ante esto gran parte de nuestras
sociedades alienadas culturalmente por el neoliberalismo, hacen competir
entre sí a las y los pobres o empobrecidos y entonces el enemigo es el
vecino, el negro, el moro, el ecuatoriano y no quien genera esta
situación imponiendo la austeridad. Entonces llega el demagogo
encontrando culpables y acusando a todos los demás de corruptos y
engaña.
Por eso el socioliberalismo, el liberalismo, las
reformas suaves, las llamadas buenistas, la filosofía burguesa que no
cuestiona la austeridad, no pueden frenar al fascismo. De hecho a la
derecha politica neoliberal le viene bien, pues derechiza su agenda
politica y por tanto puede imponer lo que de verdad desean. (...)"
(Carlos Martínez García , Politólogo, de la plataforma socialista pro PSF , Nueva Tribuna.es, 11/10/18)
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