"Ha sido el mayor depredador en la Iglesia católica. Y el
más poderoso. Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de
Cristo, violó a más de 60 menores, niños y niñas, durante varias
décadas. Muchos de ellos, después, se convirtieron en sacerdotes, que a
su vez abusaron de otros menores, en una espiral de pederastia y
ocultamiento que se prolongó durante ocho décadas.
Así lo ha reconocido la propia Congregación, en un informe oficial, que ofrece una cifra escalofriante. Desde 1941 a la actualidad, 175
menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales, cometidos por un
total de 33 sacerdotes de la congregación. Once de ellos pasaron de ser
violados por Maciel a convertirse en abusadores.
Más
de dos tercios de estos abusos fueron cometidos "por Maciel, por una de
sus víctimas o por una víctima de sus víctimas", lo que demuestra que
la pederastia se arraigó entre los Legionarios durante generaciones.
Una cadena de abusos
Un
total de 11 víctimas de Maciel se ordenaron sacerdotes legionarios, y
acabaron convirtiéndose en abusadores, que a su vez violaron a decenas
de menores. "Hoy por hoy, ninguno de los 11 sacerdotes involucrados en
esta cadena ejerce públicamente el ministerio sacerdotal en la
Congregación. Tres de ellos han fallecido", admite el estudio. Todo
ello, con el silencio, cuando no la cerrada defensa, de la curia
vaticana.
El informe se conoce el mismo día en que el cardenal
Angelo Sodano, a sus 92 años, ha dimitido como decano del Colegio
cardenalicio. Un Sodano que durante sus años como secretario de Estado
de Juan Pablo II, protegió a Maciel (Wojtyla denominó al depredador
'guía eficaz de la juventud') 'y a su cohorte de pederastas. Sólo la
actuación de Benedicto XVI, que condenó al religioso a una vida de
oración y promovió la reconstrucción de la orden, puso coto a los
abusos. Pero hasta ahora, con Francisco, no se ha reconocido la magnitud
de la tragedia.
18 curas siguen en la congregación
Los
33 sacerdotes representan el 2,44% de los 1.353 legionarios ordenados a
lo largo de la historia de la Congregación, admite el informe, que
añade que de ellos seis han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio, otro
dejó la orden y 18 siguen en la Congregación. Todos ellos, con las
nuevas normas implantadas por Francisco, han sido apartados del trato
pastoral con menores, mientras cuatro de ellos tienen restricciones al
ministerio sacerdotal (y un plan de seguridad), y los otros 14 no pueden
ejercer el sacerdocio en público. (...)" (Jesús Bastante, eldiario.es, 21/12/19)
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