11.6.20

Comisiones que se llevan entre el 6 y el 10% de las prestaciones. Hace falta una cuenta corriente gratis para que los bancos no se coman el Ingreso Mínimo Vital. Lo que una Directiva Europea llama Cuentas de Pago Básicas

"El Ingreso Mínimo Vital (IMV) puede salvar a los colectivos que lo reciben de caer en la pobreza extrema, pero de lo que no parece que les libre es de las comisiones bancarias o, incluso, de la exclusión financiera. Varias organizaciones claman por que las personas beneficiarias del subsidio puedan obtener cuentas corrientes libres de comisiones. Y no solo asociaciones aquí, también lo han hecho las instituciones europeas.

Como medida contra la exclusión financiera, el Parlamento Europeo aprobó una directiva en 2014 para garantizar que cualquier persona residente en la Unión Europea tuviera a su alcance la posibilidad de tener una cuenta bancaria en cualquiera de los Estados miembro sin restricción alguna, las llamadas Cuentas de Pago Básicas (CPB). Esta directiva, además, ordenaba que las cuentas tengan una comisión máxima mensual marcada por los gobiernos nacionales y que los colectivos vulnerables puedan acceder a una sin pagar nada en absoluto.

Tres años más tarde, la directiva fue adoptada por el Gobierno español, pero el Ministerio de Economía, con Luis de Guindos a la cabeza en aquel entonces, no fijó las comisiones máximas para dicha cuenta y retrasó su puesta en marcha durante más de dos años. “Al final quien acaba publicando la transposición es Nadia Calviño en marzo de 2019, cuando otros países ya la han aplicado hace años”, lamenta Daniel Álvarez, técnico del programa de educación financiera en la Fundación leonesa de familias monoparentales Isadora Duncan.

Desde esta organización llevan años reclamando que se popularice y se informe mucho mejor sobre este tipo de cuentas y, tras la aprobación del IMV, exigen que dentro de esa figura de persona en situación de vulnerabilidad se reconozca de manera automática a las personas que cobren el subsidio. “La intención es que tengan una cuenta bancaria, ya que será obligatoria para la percepción, pero que no tenga comisiones”, explica Álvarez.

La Directiva “no parecía ni mala”, afirma Álvarez, ya que fijaba en tres euros mensuales la comisión máxima, en los que se debía incluir la cuenta, las operaciones, tarjeta e incluso el acceso a una ventanilla, un detalle que al técnico de exclusión financiera le parece muy importante, ya que “la recibe gente muy mayor o que viven en pueblos donde su acceso o conocimiento de internet para acceder a la banca online sea muy limitado”. 

Pero, según la experiencia en Isadora Duncan, la realidad en cuanto a las comisiones que se les cobra es otra. Desde 2015, esta fundación ha estado trabajando con los servicios de inclusión de León y han podido presenciar de primera mano las dificultades en las que se encontraban las personas receptivas de la Renta Garantizada de Ciudadanía, un sistema de subsidio propio de Castilla y León, y las comisiones bancarias a las que se tenían que enfrentar. “Empezamos a ver que las cuentas tenían comisiones, que las tarjetas y que cualquier servicio se los cobraban”  (...)"                     (Yago Álvarez, El Salto, 06/06/20)

No hay comentarios: