"La DEA (Drug Enforcement Agency) la agencia antidrogas que despliega Estados Unidos en el mundo, es uno de tantos modos de intervención en Latinoamérica y el Caribe, con la excusa de una tarea explícita: combatir el narcotráfico mediante métodos menos explícitos.
Pero hoy es imposible ocultar el rotundo fracaso del enfoque punitivo y militarista del combate a las drogas propugnado por Washington en el último medio siglo.
Envuelta por conveniencia en un halo de misterio que deja total libertad al imaginario de tramas con espías, micrófonos ocultos, violencia solapada (demasiadas a veces a la vista), gobiernos, políticos, jueces, fiscales, operaciones encubiertas, uniformes militares o “sérpicos”, videos por las redes y películas o series, series, muchas series,
Ya ni siquiera sirve para guiones de series televisivas la pretensión de que los corruptos y los criminales viven únicamente fuera de las fronteras estadounidensesComo estrategia para contener el flujo de narcóticos ilícitos hacia Estados Unidos, la guerra contra las drogas en México siempre ha sido una causa perdida. Después de gastar miles de millones de dólares en fortificar la frontera sur, los dos gobiernos siguen interceptando solo una fracción de las drogas que se envían a Estados Unidos.
Los traficantes mexicanos se han convertido en una fuerza preeminente en el comercio mundial de las drogas, dominando los mercados estadounidenses de cocaína, metanfetamina, heroína y opioides sintéticos. La avalancha de fentanilo procedente de México está alimentando lo que es ya la epidemia de drogas más mortífera de la historia de Estados Unidos.
Es suficiente ver las cifras de muertes por sobredosis en Estados Unidos, consecuencia de gastar en interferir en los asuntos de 69 países (el número en el que oficialmente tiene operaciones los “agentes” de la DEA) miles de millones de dólares que podrían emplearse en prevención de las adicciones y salud pública.
El caso Palmieri
Los escándalos que la envuelven no cesan. Ahora se reveló que destituyó silenciosamente a Daniel Palmieri, su principal funcionario en México el año pasado por sus “contactos inapropiados” con abogados de narcotraficantes, un final vergonzoso para un breve mandato marcado por el deterioro de la cooperación entre EEUU y México y un flujo récord de cocaína, heroína y fentanilo al otro lado de la frontera.
Sostener contactos impropios se traduce en socializar y pasar vacaciones con abogados de Miami que defienden a capos del narcotráfico no solo mexicano sino también latinoamericano, por lo que en mayo de 2021 fue abruptamente transferido a las oficinas centrales en Washington, hasta que finalmente renunció en marzo de 2022.
El caso de Palmeri se suma a una creciente lista de mala conducta que afecta a la principal agencia de aplicación de la ley antinarcóticos de Estados Unidos, cuando sus operaciones extranjeras en expansión, que abarcan 69 países, están bajo el escrutinio de una revisión externa ordenada por la administradora de la DEA, Anne Milgram.
De acuerdo con la filtración periodística de una investigación confidencial, Palmeri tuvo otras conductas cuestionables en los 14 meses que ocupó el cargo más importante de la DEA en el exterior: en 2020 organizó una reunión en la mexicana ciudad balnearia de Mazatlán, cuando se encontraba en vigor una orden del gobierno estadounidense para evitar encuentros presenciales y viajes innecesarios debido a la pandemia.
El resultado fue que dos agentes enfermaron de gravedad y tuvieron que ser repatriados de emergencia. Asimismo, exigió que le rembolsaran con recursos públicos los gastos de su fiesta de cumpleaños, y la compra de artículos inadmisibles durante viajes al extranjero. ¿Cola de paja? La DEA le permitió renunciar en lugar de expulsarlo, y declinó presentar cargos en su contra.
Sesenta días luego que Palmieri dejara la DEA, un agente y un supervisor fueron imputados por filtrar información confidencial a abogados de Miami, a cambio de 70 mil dólares en efectivo. Prueba de la efectividad de las redes de corrupción entre la agencia y toda la economía que gira en torno al dinero del narcotráfico en el propio territorio estadounidense.
Las probadas “vacaciones” de Palmieri provocaron su caída final después de sólo un año como poderoso director regional de la DEA, que supervisaba a docenas de agentes en México, América Central y Canadá. (...)" ( , https://rebelion.org/749611-2/3)
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