6.2.24

Cisjordania es un sistema de apartheid. Un grupo viviendo en un lado con toda esa infraestructura y con acceso a todos los recursos. Y el otro privado de todo... El Gobierno israelí está aprovechando la guerra de Gaza para avanzar más en Cisjordania. Los colonos, con el apoyo del ejército, han asesinado a 344 palestinos desde el 7 de octubre, según cifras de la ONU, 88 de ellos niños. Y esto sigue y sigue... Ramala está bajo plena autoridad palestina, sin permiso para que los israelíes entren. Desde el 7 de octubre, entran en Ramala y otras ciudades palestinas en cualquier momento del día o de la noche... Vienen a detener a la gente o a demoler casas... los israelíes hace mucho tiempo –desde principios de los noventa– van dándole vueltas a cómo deshacerse de los palestinos en Cisjordania y en Gaza. Viene de lejos. Y ahora tienen la sensación de que pueden echar a la gente de Gaza y dejar la zona libre de palestinos

 "(...) Tu presentimiento parece ya un hecho consumado. ¿Un Estado paralelo dentro de Cisjordania, no?

O mejor dicho, un sistema de apartheid. Un grupo viviendo en un lado con toda esa infraestructura y con acceso a todos los recursos. Y el otro privado de todo... 

Y la situación está empeorando. Según cuentas en un artículo publicado en la revista literaria del New York Times, más de mil personas han sido desplazadas en Cisjordania desde 2022. Y en los últimos dos meses, desde el 7 de diciembre, las ocupaciones israelíes de tierras palestinas se están acelerando. 

Sí. El Gobierno israelí está aprovechando la guerra de Gaza para avanzar más en Cisjordania. Los colonos, con el apoyo del ejército, han asesinado a 344 palestinos desde el 7 de octubre, según cifras de la ONU, 88 de ellos niños. Y esto sigue y sigue. Y lo que lo hace peor es que el Gobierno de derechas de Netanyahu y el ministro de Policía, Itamar Ben-Gvir, ha cambiado las normas para la adquisición de armas de fuego, lo que ha permitido que se distribuyan más libremente entre los civiles. El riesgo de ser asesinado a tiros es mucho mayor que antes. Y, de hecho, hay muchos casos de tiroteos contra palestinos.

¿Cómo es el ambiente en Ramala? ¿Hay miedo en Cisjordania? Me preguntaba cómo se siente la gente tras la operación de Hamás del 7 de diciembre. 

Según los Acuerdos de Oslo, Ramala y las otras ciudades palestinas pertenecen al área A. Y el área A se supone que está bajo plena autoridad palestina, sin permiso para que los israelíes entren. Desde el 7 de octubre, entran en Ramala y otras ciudades palestinas en cualquier momento del día o de la noche; ahora oímos hablar de ataques por el ejército israelí en Ramala casi a diario. Vienen a detener a la gente o a demoler casas. El ejército israelí hace lo que quiere. Y la Autoridad Palestina, que tiene su propia competencia para mantener la seguridad, no ofrece resistencia a los soldados israelíes, ni los detiene. No hay protección alguna. 

¿A nivel personal, estás preocupado de que puedas convertirte en un objetivo de los militares israelíes?

Ya no soy un activista político, así que no hay razón para que vengan a por mí. Estoy en una edad diferente ya...

Sí, pero lo que escribes en tus libros y artículos es un arma muy efectiva contra Israel…

Puede ser. Pero la verdad es que les importa un bledo lo que se escriba. Saben que no va a tener una influencia internacional fuerte, ni va a impulsar un cambio en la actitud de la gente. 

Tal vez Netanyahu cuenta con que la autocensura en Estados Unidos y Europa arregle el problema. Hay mucha censura en los medios y en el mundo editorial. Me han comentado que, antes del 7 de octubre, todos daban por hecho de que tu libro Una memoria palestina iba a ganar el Premio Nacional del Libro en el Reino Unido...

Yo fui el finalista entre seis personas y mi libro, según decía mucha gente incluyendo los editores, era el más fuerte entre los seis. Mi editor estadounidense estaba seguro de que ganaría. Pero después del 7 de octubre mi editor británico Andrew Franklin me dijo que era imposible que ganara. Y ya ves, tenía razón.

Hay muchas presiones de lobbies...

Sí, pero aun así no creo que a los israelíes les importe demasiado la actitud de la gente fuera de Israel. Ha habido manifestaciones en Londres y en otras ciudades, con millones de personas, y nada ha cambiado. Así que Israel no está muy preocupado por ninguna de estas acciones, por desgracia. 

Puede ser, pero hay un gran movimiento de protesta judío propalestino en Estados Unidos. ¿Crees que eso podría cambiar las opiniones de jóvenes israelíes? 

No creo que los colonos y el pueblo israelí estén influidos por eso. No lo creo en absoluto. Creo que el apoyo judío a los palestinos es muy importante en el exterior y puede desencadenar cambios en países como Estados Unidos. Quizás esto puede ser más efectivo que cualquier otra cosa. Pero no afecta directamente a Israel, ni a los israelíes, ni a sus actitudes, ni a su ideología. Hay otra cosa que deberías saber: en Israel no se enteran de lo que pasa en Gaza. Hay una censura casi total de las imágenes de Gaza y no las ven. Las noticias de televisión no muestran nada. Prefieren no saber. Así que no les preocupa.

 Tu nuevo libro empieza con la Nakba en 1948 y la lucha judicial de tu padre contra sus efectos. Mucha gente dice que ahora estamos en una segunda Nakba. ¿Crees que eso es cierto? 

Los israelíes hablan ya sin pudor de que quieren realizar una segunda Nakba. Paradójicamente, esto es bueno en el sentido de que abre el camino al reconocimiento de lo que ocurrió en 1948. Porque los israelíes nunca han reconocido que existió una Nakba. Así que esto abre el debate sobre lo que ocurrió entonces y permite que el mundo sea consciente del hecho de que la Nakba ocurrió. En ese sentido, es bueno. 

Pero una segunda Nakba sería una catástrofe.

Creo que los israelíes hace mucho tiempo –desde principios de los noventa– van dándole vueltas a cómo deshacerse de los palestinos en Cisjordania y en Gaza. Viene de lejos. Y ahora tienen la sensación de que pueden echar a la gente de Gaza y dejar la zona libre de palestinos. Pero creo que es un deseo imposible de realizar para los israelíes y que nunca llegará a producirse. Porque la primera Nakba ocurrió bajo circunstancias muy específicas que no se repetirán Y luego, por supuesto, también en este caso, el mundo árabe, ya sea Egipto o Jordania, se niega rotundamente a permitir que los palestinos se trasladen a sus territorios porque desestabilizarían sus países. (...)

Es interesante, porque desde el 7 de octubre parece que hay un cambio de perspectiva y la solución de dos Estados vuelve a estar sobre la mesa. Por horrible que sea lo que está sucediendo, puede haber algún motivo para la esperanza.

Sí, eso creo. Pero hemos visto momentos en el pasado, cuando el mundo parecía estar hablando de soluciones diplomáticas, que no se han producido de manera adecuada. No se puede ser demasiado optimista. La cuestión es si están dispuestos a presionar a Israel, y eso todavía es dudoso. Porque sin presionar a Israel, no pasará nada. Tal vez, en esta ocasión, Estados Unidos, que tiene las mayores opciones de presión, y la Unión Europea, verán que la continuación del conflicto pone en peligro la región por completo. El Mar Rojo ahora también está en peligro. Así que quizá ocurra algo, pero creo que hay que ser muy cauto en el optimismo.

 En la Unión Europea, España ha desempeñado un papel relativamente constructivo. Pero, ya sabes, Alemania y otros países parecen estar empeñados en hacer apología del genocidio. ¿Qué crees que podríamos decir a través de esta entrevista a los gobiernos europeos?, ¿crees que el liderazgo de España, aunque sea, muy tibio y cauteloso, es importante?

Creo que Pedro Sánchez está intentando presionar un poco más para negociar una solución de dos Estados, un alto el fuego. España e Irlanda han hecho muy bien en diferenciarse del resto de la Unión. Pero creo que lo importante es subrayar que la Unión Europea tiene mucho más poder del que está dispuesta a admitir. Porque es el primer socio comercial con Israel. Esto les da poder si quieren usarlo. Y, además, están muy cerca de Oriente Medio y cualquier problema en Oriente Medio les afectará. Los europeos tienen interés en resolver la situación para lograr la paz en Oriente Medio, que es su vecino. Pero se esconden detrás de Estados Unidos y dicen, no, no, todo el poder está en Estados Unidos. No podemos hacer nada."        

(entrevista a Raja Shehadeh,abogado y escritor palestino, Andy Robinson , CTXT, 06/02/24)

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