“Me acordé de las últimas navidades que pasé en Salvador de Bahía. Durante la cena le conté a mi familia que estaba solicitando la nacionalidad española, y mis primitas pequeñas me preguntaron si iba a dejar de ser brasileña. Jamás voy a dejar de ser brasileña, les dije, una cosa no quita la otra, sino que añade. Quisieron saber cómo hace uno para ser español y yo les expliqué que me harían una entrevista y un examen. ¿Qué clase de examen?, me preguntaron. Les conté, aguantando la risa, que tendría que demostrar que sé bailar sevillanas, hacer tortilla de patatas, dormir la siesta e incluso torear. Curiosamente, hace pocos días, vi mi absurda broma hecha realidad en la propuesta del "contrato de integración para los inmigrantes", y ya no me parecía tan graciosa. Eso sí, mis primas pequeñas se quedaron fascinadas con los exámenes. De pronto todas querían ser españolas. Pero a Andréia, la menor, le dio un poco de miedo eso de torear. Si ella supiese...
Artículo 129 de la Constitución española: Los poderes públicos... establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción - Implantar la democracia económica en España es constitucional
25.2.08
Lo dicho, si las brasileñas se tendrán que vestir de toreros ¿De qué tendremos que disfrazarnos los gallegos, en Cataluña...?
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