28.9.08

Pues los suecos resolvieron una situación casi igual haciendo que los bancos pagaran sus desvaríos. No parece muy díficil hacer algo parecido hoy

"El salvamento del sistema financiero de Suecia deja algunas lecciones para EE UU.

Suecia les dijo a sus bancos que limpiaran sus balances antes de acudir a la recapitalización del Estado. En una situación similar, más avanzada la década, Japón cometió el error de dilatar el proceso, retrasando años la solución.

Después vino la necesidad de sangrar a los accionistas. Lundgren, ex ministro de Economía, recuerda una conversación con Peter Wallenberg, en aquel momento presidente del SEB, el mayor banco de Suecia. Wallenberg, descendiente de una de las familias más famosas del país y administrador de una gran parte de su economía, oyó del ministro de Economía que no habría vacas sagradas. Los Wallenberg se dieron la vuelta y acudieron a la recapitalización privada, obviando por completo la necesidad de ayuda estatal. Al año siguiente, 1993, el SEB obtenía beneficios. "Por cada corona que metíamos, queríamos la misma influencia", dice Lundgren. "Eso garantizaba que, en ciertos bancos, ni siquiera tendríamos que entrar".

Al final de la crisis, el Estado sueco se había hecho con grandes porciones del sector bancario, y el organismo casi había cumplido su dura labor de drenar el capital social antes de inyectar efectivo. Cuando los mercados se estabilizaron, el Estado sueco cosechó los beneficios volviendo a sacar a Bolsa los bancos. El Estado sigue siendo propietario del 19,9% de Nordea, un banco de Estocolmo que fue nacionalizado en su totalidad y ahora es un gigante muy reconocido en Escandinavia y la región del mar Báltico.

Poco después de anunciar el plan, el Gobierno sueco descubrió que la confianza internacional volvía con más rapidez de lo esperado, aliviando la presión sobre su moneda y aportando de nuevo dinero al país."

En retrospectiva, el alto cargo sueco dice que la actitud de firmeza con los bancos ayudó a alcanzar el éxito. Eliminó el "riesgo moral", el problema de aliviar a los inversores de las malas decisiones. Aunque la propiedad estatal de los bancos va contra la cultura estadounidense, a Lundgren le preocupa que si la ayuda pública estadounidense pende de un delgado hilo, políticamente hablando, podría fracasar." (El País, Negocios, 2809/2008, p. 10/11)

No hay comentarios: