Algunos ejemplos pueden ser ilustrativos. Las cajas de ahorro británicas -las decanas en el modelo que inspiró a las españolas- nacieron en 1810, vivieron 185 años ejercitando su tarea dual financiera y social hasta que un mal entendido sentido de la privatización las condujo al grupo Lloyd's, justamente uno de los más afectados por la crisis y que está entre las instituciones que ha debido sanear el Gobierno británico.
La que fuera la mayor caja de ahorros del mundo, la de Lombardía (Cariplo), se integró cuando la ley Amato decidió en 1990 practicar el absurdo scoporo, que hizo desaparecer a las cajas italianas, en el grupo Intesa-Sanpaolo. Hoy la "privatización" de la que fuera una gran caja la ha llevado a una entidad más de las intervenidas por el Gobierno italiano ante su insolvencia.
Otro ejemplo más, el grupo Fortis, recientemente apoyado financieramente por Benelux ante su amenaza de insolvencia, tiene en su base la antigua Caisse d'Epargne Generale et de Retraites, creada en 1865 y adquirida por Fortis en 1995. Ciento treinta años de trayectoria financiera con misión social, sin sobresaltos, para caer en 13 años víctima de la crisis financiera internacional. (...)
Los ejemplos se pueden multiplicar porque incluso la norteamericana Washington Mutual, otra de las entidades que se ha llevado por delante la última riada, dejo de tener su naturaleza mutualista que podía parecerse a una caja en 1983." (VICTORIO VALLE. La crisis financiera y las cajas de ahorro. El País, Negocios, 02/11/2008, p. 40)
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