R: Indudablemente. La globalización es un fenómeno muy moderno. Realmente, hasta el año 89, en Europa no se hablaba de la libre circulación de capitales. Fue a partir del Acta Única. Es decir, que esa idea de que la globalización es una realidad que no se puede evitar, no es cierta.
Es una decisión política que se tomó por primera vez en Estados Unidos cuando, después de la guerra de Vietnam, rompió la convertibilidad del dólar en oro. Después lo copiaron otros países y luego, en gran medida, lo que se llamó el Consenso de Washington, formado por el Fondo Monetario Internacional, Wall Street y la administración americana, forzó que en muchos otros países entrase la libre circulación del capital.
O sea, no es que la libre circulación de capitales haya caído del cielo, sino que ha sido una decisión querida por los mandatarios internacionales.
Entonces, ¿van a dar marcha atrás? Pues yo creo que sólo lo harán cuando vean que la libre circulación de capitales lleva al desastre económico.
No solamente porque cree unas condiciones de desigualdad muy fuertes, un hecho que me da la sensación que a los mandatarios internacionales les preocupa muy poco, sino que crea unos desequilibrios tan grandes a nivel internacional que se produce la crisis. Y no una crisis cualquiera, sino una crisis sistémica.
P: Entonces, aunque no se quiera aplicar otro tipo de políticas, sí hay un margen para hacerlo.
R: Hay margen a nivel global e incluso a nivel más nacional, porque quizás haya cosas que no pueda hacer solo un Estado, pero hay otras muchas que sí.
Por ejemplo, vamos a suponer que el Gobierno de España tuviese que reducir de verdad el déficit y que no tuviera margen de maniobra porque en Europa se lo imponen. Pero hay distintas maneras de hacerlo.
Se puede reducir bajando el sueldo a los funcionarios, congelando las pensiones, quitando el seguro del desempleo o se puede reducir subiendo los impuestos a las clases pudientes, recuperando el Impuesto de Patrimonio, gravando las rentas de capital.
Aquí, desde el año 86 ha habido todo un proceso de modificación del sistema fiscal en contra de las rentas del trabajo y a favor del capital o sea que, como digo, sí hay alternativa.(...)
El problema fundamental que tiene España es ese, que tiene un déficit por balanza de pagos muy fuerte y que no puede devaluar porque está en la Unión Monetaria. En ese sentido, España, Grecia, Irlanda, Portugal están en una trampa.(...)
Ese es el verdadero problema de España. No es el problema de las pensiones, que es a 30 años vista y que, además, no es verdad que no sea sostenible por otros mecanismos.No es el problema de la flexibilidad laboral, sino todo lo contrario, porque ha sido la flexibilidad laboral la que ha hecho que se llegara a cuatro millones y pico de parados, siendo el país de Europa que más paro tiene, y tampoco es el control del déficit, porque estamos con un nivel de deuda pública por debajo de la media de los países europeos.
El problema es el déficit de la balanza de pagos, que no se puede corregir porque no podemos devaluar.
Y ese déficit, año tras año, ha ido llevando a un endeudamiento muy fuerte. Es el endeudamiento de los bancos lo que está gravitando sobre todo, porque lógicamente, los mercados internacionales no están dispuestos a seguir financiando como hasta ahora.
P: Esperemos que no. Y ante ese futuro, ¿cómo podría rearmarse la izquierda?
R: Yo nunca he sido marxista, pero con esto me estoy convenciendo de un aspecto del marxismo: que las cosas vendrán por las contradicciones que se producen.
Marx decía que el capitalismo salvaje del siglo XIX va hacia su destrucción, no porque cree unas situaciones de desigualdad tremendas sino porque crea una acumulación capitalista que no puede resistir.
Lo que pasó fue que el capitalismo supo reaccionar con Keynes y el estado social. Se creó una especie de pacto que redujo la extrema desigualdad y que arregló las contradicciones internas del sistema capitalista.
¿Qué ha pasado? Que desde los años 80 estamos volviendo a las mismas contradicciones de antes y pasará lo mismo hasta que se dé un cambio como el que se hizo en la década de los 40." (Attac Madrid, 17/02/2011, ENTREVISTA A JUAN FRANCISCO MARTÍN SECO)
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