Veamos.
Uno. Eliminación de los privilegios de la clase política (de sus privilegios, no de los políticos, que sería la posición tradicional libertaria o anarquista). (...)
Dos. Medidas contra el desempleo. Discutibles tecnicamente, pero que no son tonterías.
Tres. Derecho a la vivienda, con medidas que están ahora en la agenda política, como las relacionadas con la cancelación de hipotecas.
Cuatro. Servicios públicos de calidad, con referencias a listas de espera, ratio de alumnos por aula, transporte público, ley de dependencia, y otras.
Cinco. Control de las entidades bancarias, con medidas concretas
Seis. Fiscalidad progresiva, control del fraude, tasa a las transacciones financieras internacionales, etc.
Siete. Libertades ciudadanas y democracia participativa, con propuestas como la modificación de la Ley electoral para aumentar la proporcionalidad, medidas para aumentar la independencia del Poder Judicial, garantía de democracia interna en los partidos políticos.
Yo no estoy de acuerdo con todas y cada una de las medidas que proponen, pero en su conjunto constituyen un programa reformista, un programa socialdemócrata. (...)El viejo PSOE sigue siendo un instrumento, el principal sino el único útil en nuestro país, para alcanzar los objetivos que proponen en el Obradoiro o en Sol.
Pero tenemos que afinarlo, afinarlo con las notas que llegan de la calle, que no son otra cosa que el antiguo son, modernizado con la música electrónica e Internet, que hace más de un siglo entonaron Pablo Iglesias y sus compañeros." (FRANCISCO CERVIÑO: Socialismo y Movimiento 15-M. El País, Galicia, 08/06/2011, p. 5)
No hay comentarios:
Publicar un comentario