"Alguien ha tirado cocaína, mucha cocaína, por el fregadero o el váter en la zona alta de la izquierda del Eixample. Este misterio
es una de las conclusiones que arroja un estudio que cuantifica la
concentración de rastros de droga en las aguas subterráneas de
Barcelona, realizado en 2010 y publicado este mes en la revista
especializada Science of the Total Enviroment.
La investigación permite dibujar un mapa del consumo de ciertas
sustancias en las tres zonas de la ciudad que han sido analizadas: el
tramo central de la calle de Mallorca, el entorno de la avenida del
Paral·lel y las dos márgenes del delta del río Besòs.
Las inmediaciones
del cruce entre las calles de Enric Granados y Mallorca presenta la
concentración más alta de metabolito de cocaína (el producto resultante
del paso del alcaloide por el cuerpo humano), así como de cocaína sin
consumir, según explica el investigador Damià Barceló. En el Paral·lel
se consume más éxtasis. En el Besòs, metadona.
Los investigadores analizaron 37 pozos ubicados en las tres zonas
delimitadas. Las muestras de agua fueron recogidas en mayo y diciembre
de 2010 y ya en los laboratorios se buscó el rastro de 20 “drogas de
abuso”, divididas en seis bloques —compuestos cocaínicos, cannabinoides,
opiáceos, anfetaminas, compuestos lisérgicos y benzodiacepinas— y de
sus metabolitos, las sustancias resultantes del paso de la droga por el
cuerpo humano.
La droga llega a los acuíferos a través de las fugas del sistema de
alcantarillado de Barcelona, explicó ayer Damià Barceló, investigador y
director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA). El
estudio calcula que el sistema de cloacas tiene pérdidas de entre el 3% y
el 4%.
El análisis permite dibujar un mapa del consumo de drogas en la
ciudad. El mayor uso de cocaína entre las zonas estudiadas está en el
tramo central de la calle de Mallorca, en el Eixample. En dos pozos
localizados en las inmediaciones del cruce con la calle de Enric
Granados —con gran presencia de locales de ocio nocturno y de clase
media alta— se midieron concentraciones de hasta 16,3 nanogramos por
litro de metabolito de cocaína.
El promedio de la zona es de 3,2, lo que
duplica el encontrado en el Besòs.
“Nos sorprende la presencia de restos de cocaína, como si alguien
hubiera tirado la droga por el váter”, explicó Barceló. En los dos
mismos pozos se detectaron niveles de hasta 60 nanogramos por litro de
cocaína sin metabolizar. El promedio en toda la zona es de 13,1.
La cocaína, explicó Barceló, tarda más tiempo en degradarse. En
cambio, los cannabinoides desaparecen con más rapidez, por lo cual no
hay registros en los análisis. En la esquina de Enric Granados y
Mallorca hay una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y hasta el año
2000 allí funcionó una unidad antidrogas, según explicaron fuentes
policiales.
En el Paral·lel, en cambio, la mayor concentración corresponde al éxtasis.
En un pozo de la calle del Parlament se midió un nivel de 6,4
nanogramos por litro. El promedio de la zona es de 2,2. El del Eixample
es dos puntos menor.
Finalmente, los niveles más altos de concentración de metadona se
encuentran en el delta del río Besòs. “Esta es la zona donde hay una
mayor variedad de sustancias en las muestras”, añadió el investigador.
También han sido hallados ansiolíticos como el diazepam." (El País, 27/04/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario