18.11.12

El gran problema del comercio en España es que no hay dinero. Es así de simple. Y ante un hecho tan rotundo, cambian los hábitos de compra: la gente busca precio bajo

 Evolución del consumo y el comercio

"El sector del comercio minorista vive horas bajas. El mes de septiembre las ventas se desplomaron un 10,9% con respecto a un año antes. Fue la mayor caída desde que comenzó la crisis. Todos los formatos han perdido facturación, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. 

Sin embargo, los más grandes y los más pequeños sufren el mayor descalabro. Las tiendas de barrio y las grandes superficies se dejan desde septiembre de 2006 cerca de un tercio de su negocio. (...)

 “En septiembre se ha notado la crisis. Pero como en agosto, en julio y en los últimos cuatro años. Hemos pasado de ver gente gastando a manos llenas a ver que no compra ni el que tiene dinero, porque le da miedo lo que pueda venir”, cuenta la dependienta de una perfumería de la calle de Mesón de Paredes, en el centro de Madrid. 

Asegura que desde esta tienda ha visto ya muchos lustros de vacas gordas y vacas flacas. “Y cuando vienen mal dadas, el pequeño comercio tiene las de perder. Porque con los grandes es difícil competir” (...)

En el sector comercio solo hay un jugador que ha sabido lidiar con los cinturones apretados al máximo: las grandes cadenas. (...)

Los comercios ya sabían que la subida del IVA en septiembre no les haría un favor. Pero el desplome no puede explicarse solo con el alza del tributo. “Consumimos menos. Estamos en estado de shock, porque la incertidumbre y la inseguridad hace que no nos atrevamos a gastar”, razona Josep Francesc Valls, profesor de la escuela de negocios Esade. 

“El gran problema del comercio en España es que no hay dinero. Es así de simple. Y ante un hecho tan rotundo, cambian los hábitos de compra: la gente busca precio bajo, incluso aunque a veces deba renunciar a algo de calidad”, coincide Ismael Quintanilla, profesor de Psicología Social en la Universitat de València. También gana terreno, dice, la compra en pequeñas cantidades. 

Y se mira con lupa, añade, la gasolina que supone un desplazamiento grande para llenar la despensa. De ahí los problemas de algunos hipermercados. Y del pequeño comercio, porque aunque sí ofrece más cercanía, en cuestión de precios le falta volumen para negociar, dice Quintanilla.

 Valls apunta además a que la caída de ventas no es el único lastre que vive el sector. “En paralelo a esa caída hay un componente muy significativo: el IPC aumenta. Eso significa que los precios siguen creciendo, a pesar de que la renta de los consumidores se reduce. Los salarios se comportan con la lógica de una crisis, pero las materias primas o la electricidad no, y el comercio está obligado a asumir eso”, señala.

 No solo los comercios han visto incrementados los gastos habituales y básicos. También las familias destinan cada vez más de su presupuesto a pagar la luz, el agua y la vivienda. (...)

“El pequeño comercio tiene menos capacidad de crédito”, señala. Un sector que acumula 27 meses consecutivos de caída de ventas, defiende, lo que necesita “de manera urgente” que el Gobierno piense medidas que generen confianza en el consumidor y dinamicen el consumo. “El sector, por su parte, hace muchos esfuerzos.

 Por ejemplo, es el que mejor está manteniendo el empleo”, insiste en subrayar. Mientras el índice de ventas ha caído en 2006 más del 30% en los pequeños comercios, el de empleo ha bajado un 3,1% y en las grandes cadenas incluso ha aumentado, el 6,5%.

En la perfumería madrileña no son optimistas ni siquiera ante la llegada de las fiestas. “Esta Navidad no creo que veamos grandes alegrías. La gente gastará algo, por supuesto. Pero hasta los funcionarios se han quedado sin paga extra. ¿Regalos en crisis? Solo para los niños. Para el resto, un detalle como mucho”, vaticina."           (El País, 03/11/2012)

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