Fuente: Metroscopia. / EL PAÍS
"El modelo institucional y político que se sustenta sobre dos partidos hegemónicos
que se alternan en el poder con distintas mayorías está en cuestión y
amenazado.
El desgaste de PP y PSOE, acelerado por la crisis económica,
esboza un panorama político fragmentado que obligaría a pactos entre
partidos nacionales, según un estudio de Metroscopia para EL PAÍS. Si se consolidara ese clima social estaríamos a las puertas de un nuevo modelo político.
El estudio se basa en una simulación sobre los sondeos publicados desde
enero, con un total de 14.000 entrevistas, que refleja el clima social
del momento y la proyección en escaños en unas futuras elecciones
generales.
El PP bajaría a solo 139 escaños y el PSOE a un mínimo
histórico de 90 diputados, frente a las espectaculares subidas de IU y
UPyD que se convertirían en llave para cualquier combinación
parlamentaria. (...)
Entre los cuatro partidos —PP, PSOE, IU y UPyD— sumarían ahora los 310
escaños a los que antes llegaban entre populares y socialistas
únicamente. En anteriores legislaturas, cuando alguno de los dos
partidos no llegaba a la mayoría absoluta, la aritmética se completaba
con los votos de los partidos nacionalistas pero, si se confirmara el
nuevo modelo, ahora ese apoyo ya no sería suficiente.
De hecho, el
estudio contiene malas noticias para los nacionalistas, especialmente
para CiU, porque dejarían de ser determinantes y porque una vez que han
tomado el camino de la radicalidad soberanista los electores parecen
preferir al original a la copia. Es decir, que puestos a ser
independentistas, prefieren a ERC que a CiU, como ocurrió en noviembre
en las elecciones catalanas.
La formación de Cayo Lara con 48 escaños y la de Rosa Díez
con 30 serían determinantes en ese nuevo tiempo político, aprovechando
la falta de liderazgo de populares y socialistas, a quienes los
españoles siguen viendo como responsables de la crisis.
Obviamente, hay
factores futuros que pueden superar las conclusiones del estudio, como
la movilización ante las urnas de los votantes del PP que ahora parecen
desilusionados e irritados; la aparición de un nuevo líder que tire del
PSOE, una vez que Alfredo Pérez Rubalcaba se muestra como amortizado o
el atisbo de una recuperación económica.
También puede cambiar esa expectativa si fructifican, a la izquierda
del PSOE, los intentos por articular una gran fuerza política que
aglutine a IU, a movimientos sociales e incluso a una parte del 15-M que estaría dispuesta a participar en unas elecciones." (El País, 19/05/2013)
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