"Los problemas de Grecia, Bulgaria, España ya se han convertido en algo
cotidiano para nuestra vida actual. ¿Qué significa el paro de 60% entre
la juventud? Desde el punto de vista de la sociedad se trata de una
catástrofe. Si un hombre no ha trabajado hasta los 30 años es que ya no
trabajará nunca.(...)
¿Qué harán estos niños de ayer cuando comprendan que les han quitado la
vida normal, y además para siempre? Tampoco les quedan muchas opciones:
el robo, el terrorismo, la revolución. O, la conversión en un animal
mediante el uso de las drogas. Lo cual no deja ninguna posibilidad para
la reproducción de la sociedad occidental actual más que por el espacio
de una generación. (...)
... para un hombre rico normal las cosas hoy están aproximadamente así:
los activos, con la capitalización de unos 8 mil millones de dólares,
las deudas, aproximadamente de unos 5 mil millones (es incluso la
variante optimista, porque puede haber también 7, o incluso 9 mil
millones de deuda).
Estos activos generan el flujo financiero de
aproximadamente doscientos millones al año, con los que se van pagando
las deudas. Si a alguien le parece mucho los 8 mil millones de dólares,
puede reducir todas las cifras dividiéndolas por dos.
A medida
que la crisis avanza ocurren dos procesos. Disminuyen los ingresos
corrientes y baja la capitalización. De modo que nuestro “oligarca” ya
tiene la capitalización de los activos de 3 mil millones, y el flujo
anual de 50 millones, no más. Mientras que las deudas se quedaron tal y
como estaban en 5 mil millones…
Y el mismo cuadro será prácticamente
igual para todos, porque incluso los productores más “reales” desde el
punto de vista de los sectores de economía, sacaron sus activos a los
mercados financieros en los “dorados” años 90 – 2000.
La
conclusión es que el número de personas ricas se reducirá drásticamente.
Según mis cálculos, basados en consideraciones estructurales,
aproximadamente se reducirá por 10. Y esta gente va a morder para
conservar sus privilegios y el estatus, incluso quitando los últimos
restos a los que todavía constan como la clase “media”. Alimentando
además de una manera terrible la tensión social y política.
Sobre todo
teniendo en cuenta sus posibilidades, es decir a las fuerzas de
seguridad corruptas, juristas, funcionarios… Esto se dará en todo el
mundo, pero golpeará con especial dureza el mundo occidental, que no
está acostumbrado a una seria reducción de la economía. Las generaciones
presentes simplemente no recuerdan nada similar.
Al mismo
tiempo comenzará la reducción de la clase “media”. En este caso la
reducción será menos brutal, se reducirá por tres, no más (lo que no es
poco, de las tres familias de la clase “media” actuales quedará solo
una), pero no menos destructiva desde el punto de vista de las
consecuencias socio-políticas. Dado que los representantes de esta
“clase” (analizada desde la perspectiva de las definiciones clásicas)
son muchos más.
Y además, en este caso habrá mayores problemas.
Porque los ricos, por mucho que luchen contra los representantes
concretos del poder que les están quitando las riquezas (y los ricos
siempre seguirán mirando a aquellos que se quedaron siendo ricos y verán
quién y cómo les ayudó a conservar sus riquezas), de todas maneras
soñarán con conservar el sistema en el que eran la élite.
Su objetivo
será retornar a los tiempos pasados, pero no construir algo nuevo. Pero
los representantes de la antigua clase “media”, quienes, digamos,
siempre han permanecido en el “pasivo”, quienes no “cogían”, sino que
les “daban”, se comportarán de manera muy distinta.
Muy pronto
comprenderán que los “han dejado tirados” (algunos ya lo han
comprendido) y descargarán su rabia sobre todo el sistema en su
conjunto. Los argumentos por parte del poder hacia ellos no van a
funcionar, porque todos los que argumentan se quedaron en la clase
“media” y aquellos expulsados de esta “clase” no les creerán.
Manifestaciones y convocatorias sociales masivas que vemos hoy en
Grecia, Bulgaria, España – justamente se trata de la gente que sale
expulsada de la clase “media”. (...)
Solo nos quedan los pobres. Con ellos está todo claro: antes tampoco
apreciaban mucho al poder, pero debido a su debilidad y cierta
estabilidad de la sociedad y del Estado, que cortaban severamente los
desmanes desestructurados, tampoco protestaban demasiado.
Ahora la
situación cambia fundamentalmente: esta capa social se multiplica, en
primer lugar a costa de los “nuevos pobres”, es decir de los antiguos
representantes de la clase “media”, que poseen cierta educación y que
han oído hablar de las leyes.
Y estos conocimientos los debilitados
estados les irán arrancando con la máxima crudeza: para que éstos
comprendan que ya no son los miembros honrados de la sociedad, sino la
plebe que no tiene derecho a opinar. Y cuanta mayor sea la crudeza,
tanto más estructurada y consciente será la protesta.
La
protesta se expresará en la aparición de nuevos partidos (ya están
surgiendo), que se proponen como objetivo un cambio sustancial del
actual modelo de la sociedad burguesa (desde la limitación de los
derechos del autor, hasta el fascismo descarado), y en el desgaste de
los partidos tradicionales, y en la aparición de las nuevas formas de
actividad política. Lo importante es otra cosa.
Y es que la teoría
económica (yo, con perdón, estoy seguro de las conclusiones de la
neoeconomía porque en primer lugar, existe la experiencia de quince años
de su verificación) señala nítidamente que no va a haber ninguna mejora
sustancial en la economía mundial y la occidental en la próxima década." (Mikhail Khazin, Worldcrisis.ru, Rebelión, 30/07/2013)
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